El cabecilla del grupo, cuya identidad responde a las iniciales F.E., estaba afincado en Benalmádena (Málaga), desde donde repartía las funciones y dirigía los movimientos de cada uno de sus colaboradores. En la provincia malagueña fueron arrestadas otras seis personas.
Según informó el Ministerio del Interior, los agentes, bajo la coordinación del CICO (Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado), han desmantelado esta organización dedicada a la compra del estupefaciente en Marruecos para su transporte y posterior venta en España.
Los arrestados tenían encomendados cometidos individuales y especializados, que abarcaban todas las facetas necesarias para el tráfico de drogas. El grupo gestionaba la captación de potenciales clientes, la compra de la droga en Marruecos, la obtención de vehículos para su transporte y la compra de numerosas tarjetas telefónicas para sus comunicaciones.
La investigación sobre el líder de la banda llevó a la localización de una autocaravana con 500 kilogramos de hachís en un peaje de Barcelona. Entonces los agentes detuvieron a su conductor y único ocupante.
Al objeto de tratar de paliar las pérdidas ocasionadas por la intervención policial, la organización preparó un nuevo envío de droga a menor escala. De nuevo, los agentes frustraron sus intenciones y detuvieron a otras dos personas con 50 kilos de hachís en las inmediaciones de un hotel de la localidad madrileña de Coslada.
En total, los investigadores incautaron 550 kilogramos de hachís, seis vehículos de alta gama, un turismo sustraído, una autocaravana, 17.000 euros en metálico, catorce teléfonos móviles y diversa documentación.
La investigación ha sido coordinada por el CICO y desarrollada conjuntamente por agentes del Greco Costa del Sol de la Comisaría General de Policía Judicial de la Policía Nacional y por agentes del EDOA de la Comandancia de Alicante de la Guardia Civil.
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