El Gobierno nipón anunció hoy viernes el envío de una fuerza militar a aguas de Oriente Medio que tendrá como misión recabar información con el fin de garantizar las rutas marítimas en esta región, claves para las necesidades energéticas de Japón.
De acuerdo con un comunicado del Gobierno difundido por el Ministerio de Defensa, el despliegue durará un año y al final del período se analizará la conveniencia de prolongar la misión.
El ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, confirmó en una rueda de prensa posterior a la reunión del gabinete que se desplegarán un buque de escolta y aviones de patrullaje P-3C.
Estos aviones de patrullaje ya participan en misiones para evitar acciones de pirateo marítimo.
La fuerza también estará integrada por unos 260 efectivos, según la cadena pública de televisión NHK.
Suga precisó que la misión de esta fuerza será la de "recopilar información" con el fin de garantizar las rutas marítimas de Oriente Medio, de donde Japón importa el 90 % del petróleo que consume.
De acuerdo con el comunicado oficial, el despliegue se llevará a cabo en zonas del Golfo de Omán, en el norte del Mar de Arabia y en las proximidades del estratégico estrecho de Bab al Mandeb, que da entrada al Mar Rojo desde el sur.
Japón ha decidido no unirse a una fuerza multinacional liderada por Estados Unidos que tiene como principal objetivo garantizar las ruta del estrecho de Ormuz.
Esa coalición castrense ha generado críticas de parte del Gobierno de Teherán, que mantiene unas relaciones amistosas con el de Japón.
El ministro de Defensa, Taro Kono, consultado al respecto en una rueda de prensa, señaló hoy que Japón había elegido el despliegue en las zonas mencionadas teniendo en cuenta el tipo de información que quieren recabar Japón.
Kono precisó que la nave que se enviará es el portahelicópteros Takanami, que opera desde 2001.
El despliegue de esta fuerza nipona y las áreas en las que se enfocará ya fue analizado en Tokio entre el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y el presidente iraní, Hasan Rohaní, en la reunión que mantuvieron ambos el pasado 20 de diciembre.
La Constitución japonesa, aprobada después de la II Guerra Mundial, garantiza un papel estrictamente defensivo de sus unidades militares. El Gobierno ha insistido en que el despliegue de esta fuerza en Oriente Medio tiene como objetivo recabar información.
Con esas características, el despliegue castrense no necesita de una aprobación parlamentaria, según recalcó Suga en la rueda de prensa que ofreció hoy.
El ministro insistió en la necesidad de reforzar los medios para obtener información en la zona "para asegurar la navegación teniendo en cuenta que está aumentando la tensión en esa región".
La decisión del Gobierno nipón se conoce después de que en mayo y junio pasados se registraran varios ataques a buques de transporte de petróleo en el Golfo Pérsico. Uno de esas naves estaba operada por un armado japonés.
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