Huelva

El cuponero denunciado: “Que te tachen de ladrón es muy penoso”

La Audiencia de Huelva desestima el último recurso tras dos denuncias contra el cuponero de Moguer por apropiación indebida de un cupón premiado

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  • El cuponero, a la izquierda, con su abogado. -
  • Fue denunciado dos días después de dar el premio de
  • “Que te tachen de ladrón, cuando yo sé que es incierto, es muy penoso”
  • Está pendiente de cobrar los 400. 000 € de su cupón y solo quiere disfrutar

Ahora sí. Se acabó la pesadilla definitivamente. Francisco Javier Pérez ya puede respirar aliviado porque el último fleco judicial se ha cerrado a su favor. Ahora puede decir con todas las de la ley que él no se quedó ningún cupón  y que ese boleto agraciado con 400.000 euros  le pertenece.

Ha tenido que pasar casi un año, de Navidad a Navidad, para que la Justicia le dé la razón y pueda dar carpetazo a uno de los peores momentos de su vida, que curiosamente empezó como uno de los mejores.

La Audiencia Provincial de Huelva ha notificado este miércoles a su abogado, Ignacio Narváez Segovia, el auto que desestima el recurso de apelación que quedaba pendiente de las dos denuncias que se presentaron contra este cuponero por una supuesta apropiación indebida de un boleto premiado con 400.000 euros en el último Sorteo de Navidad de la ONCE, celebrado el 1 de enero de 2019, y que repartió una lluvia de millones en Moguer.

Precisamente, para Pérez ese 1 de enero fue “uno de los días más bonitos de mi vida, después de tener a mi hijo”, y es que no en vano, este onubense de 34 años dio el sorteo más grande de la historia de la ONCE en cupones. Nada menos que 30 millones repartidos en 75 boletos agraciados.

 A pesar de todo, recuerda con emoción cómo “venían las familias, te agarraban y te decían gracias”, y es que “fue muy bonito repartir este premio, porque había gente muy necesitada”.

Sin embargo, poco le dejaron disfrutar de esa alegría y de la suya propia, pues precisamente “el primer cupón que saqué de los 75 fue el mío, ese cupón ha sido mío desde el principio”. Un par de días después, le notificaban que había sido denunciado por apropiación indebida, por supuestamente quedarse con un cupón que habían reservado otras personas.

“Fue pasar de uno de los días más felices al peor de mi vida en dos días”, lamenta el joven cuponero. Y a partir de ahí, dos procesos judiciales que afortunadamente siempre le han dado la razón. En primera instancia, tras sendos recursos de reforma y finalmente en la Audiencia con los dos recursos de apelación.

De hecho, según explica su abogado, “el proceso judicial ha seguido sus cauces de forma extraordinaria, porque ha sido rápido, tanto en Moguer, que es un juzgado muy lento, como en Huelva, casi a la vez. Y sobre todo, que se han resuelto con una fundamentación jurídica fantástica. Es un fiel reflejo de que la Audiencia Provincial de Huelva es puntera respecto a las resoluciones judiciales”.

Sin embargo, aunque siempre ha tenido la Justicia de su lado, Pérez no ha podido evitar sentir “impotencia” por este particular calvario vivido en el último año. “Lo hemos pasado bastante mal, porque que te tachen de ladrón, que te has apropiado de un cupón cuando yo sé que es incierto, es muy penoso”, ha indicado al respecto en declaraciones a Viva Huelva.

 

Respaldado por Moguer

Pese a todo, siempre se ha sentido muy respaldado por ese municipio donde vende cupones y donde repartió tantos millones. “A Moguer le tengo mucho que agradecer, porque desde que pasó esto siempre los he tenido y no me han abandonado nunca. De hecho, estaban recogiendo firmas para que me incorporara al trabajo pensando que me habían echado”.

Pérez insiste en que laboralmente no ha tenido ningún problema: “Me apartaron seis días para yo poder gestionar todo este problema con mi abogado, la ONCE ha cumplido su normativa, porque el reglamento dice que cuando hay un litigio sobre la propiedad de un cupón, se queda retenido hasta que se resuelva”.

Y ahora que se ha resuelto todo, ya se está gestionando el cobro de ese cupón que tantos sinsabores le ha traído. Por eso, lo primero que quiere hacer es “disfrutar la tranquilidad que necesitamos y después se verá que nos gustaría hacer con esos 400.000 euros, pero lo primero es disfrutar lo que no nos dejaron”.

Ha sido un año durísimo, en el que se ha sentido difamado, impotente y atacado, pero no hay mal que cien años dure. Ahora se dispone a vivir unas fiestas muy especiales y, quién sabe, volver a dar el premio de Navidad. Pese a todo, ganas no le faltan, aunque eso sí, ya no habrá anuncios por whatsApp. Lección aprendida.

 

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