Alrededor de ochenta barcos de cerco que faenan en aguas del Golfo de Cádiz, con base en puertos de Huelva y Cádiz, han empezado esta semana una veda de sesenta días para dar descanso al caladero y propiciar la regeneración de especies como la sardina o el boquerón.
La parada de estos buques andaluces está recogida en su plan de gestión y se extiende hasta el próximo 31 de enero; en este ocasión tanto armadores como pescadores contarán con ayudas de la Junta de Andalucía
La convocatoria 2019 prevé 900.000 euros destinados a los barcos de cerco, de los que 200.000 euros son para quienes explotan las embarcaciones y 700.000 euros para los marineros.
Por su parte, los afectados por la parada de las embarcaciones del cerco en este mismo caladero andaluz contarán hasta mediados de diciembre para tramitar la solicitud.
Las embarcaciones que se dedican a esta modalidad en el Golfo de Cádiz están localizadas en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y en los gaditanos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda, y sus capturas principales son la sardina y el boquerón.
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