Eutopía

La única respuesta

Cuando te obligan a ser invisible, te están condenando a la negación personal y comunitaria. Cuando no puedes manifestar quién eres, padeces la muerte social

Publicado: 27/11/2019 ·
19:29
· Actualizado: 27/11/2019 · 19:30
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Autor

Belén Ríos Vizcaíno

Belén Ríos es trabajadora Social. Profesora de la Universidad de Huelva.

Eutopía

Activista Feminista. Compañera partícipe de la Defensa de los Derechos Humanos y Movimientos LGTBIQ

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Cuando te obligan a ser invisible, te están condenando a la negación personal y comunitaria. Cuando no puedes manifestar quién eres, entonces padeces la muerte social. No poder manifestar la diversidad nos hace imbuirnos en un bucle de ocultación para poder disiparnos en el triste y cansado garabato de la homogeneidad. Ésta última, que atenta contra la verdadera naturaleza, se respalda airosa en los supuestos cánones morales, en los dogmas anacrónicos religiosos y en las propias entrañas hostiles del sistema sociocultural y del “mercado”. En los últimos tiempos, se respiran discursos contaminados de violencia, de incitación a los delitos de odio, de persecución a la diferencia. ¿Cuántas personas han sufrido la exclusión y la discriminación por reivindicar su propia existencia? ¿A cuántas, incluso, las hicieron desaparecer, acallándolas, rompiéndoles el cuerpo y el alma?  ¿Cuántas han sido olvidadas, defendiendo los derechos que visionaban como utopías y que después, gracias a sus propias pérdidas, fueron realidades? Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz, contestaría: “La respuesta es la Memoria, la única respuesta. Diles a los que quieran saberlo que nuestro dolor es auténtico, nuestra perplejidad infinita y el agravio profundo”. Quienes defendemos a ultranza el derecho a la diversidad afectiva sexual, a la identidad de género y otras manifestaciones, porque nos va la existencia en ello, sabemos la dureza de los suelos, la frialdad de los adioses, el sufrimiento cuando el único salvoconducto es sobrevivir entre “velos” asfixiantes y en una doble moral que erosiona y que nos empequeñece… Hay quienes detectan con sensibilidad el padecimiento ajeno. Que saben que desde su posicionamiento individual y profesional pueden invitar a que el contexto tome conciencia, delibere y actúe. Así lo ha mostrado la responsable del Proyecto de Coeducación 2019-2020, Cristina Rodríguez, al organizar desde el Instituto Provincial de Educación Permanente (IPEP), con la colaboración del CEP Huelva, la actividad ‘Invisibilidad: Otra forma de Violencia’. Tendrá lugar hoy en la sede del CEP, sito avenida de La Orden s/n, de 12.00 a 14.00 horas. Asistirá alumnado entre 18-25 años, siendo convocadas a asistir alrededor de 40 participantes. Esta iniciativa de información y sensibilización se inaugurará con una ponencia a cargo de la jefa de Proyectos de la Oficina de Gestión del Cambio de la Excma. Diputación Provincial, Ana Báez, que abordará la ‘Invisibilización de la Mujer en el Sector Público’. A continuación, se compartirá una experiencia vivencial de una joven que ha sufrido violencia psicológica, haciendo un balance del abordaje desde la identificación, detección e intervención institucional e interdisciplinar. Y finalmente, desde Eutopía Formación tengo la oportunidad de realizar una aproximación terminológica de la policromía del colectivo LGTBIQ+, además de profundizar en las repercusiones y consecuencias a las que se nos expone desde las “fobias” de unas mentes necrosadas por un anclaje axiológico, por un complejo de inferioridad soterrado que se manifiesta a través del deseo patológico de dominar, humillar y vulnerar los derechos y libertades fundamentales de otras personas, grupos o supuestas “minorías”. Cada espacio que se abre a la reflexión para ejercer nuestro compromiso “para y por” un mundo más inclusivo es una bocanada de oxígeno frente a un escenario decadente en valores. Las palabras del “diccionario” son muy limitadas si las comparamos con los sueños y aspiraciones de quienes desean que otras/os no padezcan un sufrimiento gratuito y cruel. Lo “encorsetado” no tiene lugar para quienes luchan por esbozar una sonrisa ajena con un simple gesto de respeto y acogida.

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