No es la película de 1966 que narraba la llegada, por avería, de un submarino ruso a las costas norteamericanas, con todas las contingencias cómicas posibles que se pueden imaginar en plena Guerra Fría. El ¡Que vienen los rusos! tampoco se refiere a las escalas de buques militares rusos en Ceuta, que no está bien vista por los mandos de la Alianza Atlántica, aunque sean bienvenidas por autoridades y comerciantes ceutíes. Es la Audiencia Nacional la que está investigando la injerencia rusa en el conflicto catalán. El sumario es secreto pero ya se han filtrado numerosos datos cómo saber que una unidad de la inteligencia militar rusa ha estado activa en Cataluña desde antes del referéndum no legal de octubre de 2017. Se han publicado datos, informes, nombres y viajes de responsables de las agencias de inteligencia rusas como para confirmar esa intromisión -muy activa - en los asuntos internos españoles en Cataluña. La denominada Unidad 29155 de la inteligencia militar rusa -implicada fehacientemente en estos hechos- pronto será famosa en España, por mucho que el ministro ruso de Exteriores Lavrov le haya asegurado al español Borrell que él no sabe nada. No se podía esperar otra cosa. El cinismo es marca de la casa.
No es una actividad aislada dedicada a España. Antes, como ha señalado la especialista Mira Milosevich, se habían producido esas injerencias en el referéndum del Brexit, el referéndum celebrado en los Países Bajos sobre si la UE debería firmar el acuerdo de asociación con Ucrania, las elecciones presidenciales de EEUU, las elecciones francesas y las alemanas. Es una actividad, por tanto, estratégica del Kremlin para dividir, fragilizar y restar fuerza a Europa. Ése es el lamentable nexo de unión entre la política de Trump y la de Putin.
Usaron métodos como el envenenamiento en Londres. En España sabemos de ciberataques y el empleo en Russia Today y la agencia Sputnik y la utilización masiva de las redes sociales para lograr la desinformación. Eso sí, dos espías rusos fueron detenidos con armamento en la frontera hispano-francesa.
Una frase de Stanislav Levchenko, jefe de los espías rusos en Japón hace cuarenta años indica la pista: “Busca tus vulnerabilidades y allí encontrarás el KGB”. La crisis económica, el auge de los populismos, el drama migratorio, los procesos secesionistas en Escocia, Cataluña, Córcega o Italia han sido las ocasiones para intervenir.
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