El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó con enviar a Europa a los prisioneros del grupo yihadista Estado Islámico (Dáesh o EI) que están en su país, si la Unión Europea le impone sanciones por realizar prospecciones de gas en aguas de Chipre.
"(Turquía) Mantiene a los miembros del EI en prisión. Algunos prisioneros están en Siria. Mirad, podemos abrir la puerta", dijo Erdogan antes de partir hacia Washington, donde se reunirá con el presidente Donald Trump.
La UE aprobó ayer un marco jurídico que le permite adoptar sanciones contra aquellas personas o entidades turcas responsables de las prospecciones de hidrocarburos.
"Aquellos que amenacen a Turquía por lo de Chipre deberían saber que nosotros no nos echaremos atrás por estas amenazas", añadió.
El conflicto entre Turquía y Chipre por los yacimientos de hidrocarburo descubiertos al sur de la isla se remonta a 2011, cuando la república de Chipre, miembro de la UE, empezó a otorgar licencias de exploración, inicialmente a compañías israelíes y norteamericanas.
El Gobierno turco asegura contar con una licitación del Gobierno de la República Turca del Norte de Chipre, una entidad surgida tras la ocupación militar turca del noroeste de la isla en 1974 y sólo reconocida por Ankara.
Turquía opina que las aguas alrededor de Chipre pertenecen a toda la población isleña y por ello no deben explorarse antes de que se logre un acuerdo de reunificación -un proceso paralizado- para una gestión conjunta de los hidrocarburos.
La amenaza de Erdogan de enviar a prisioneros del Estado Islámico a Europa se produce un día después de que Turquía iniciara la repatriación de miembros del grupo yihadista a sus países de origen.
Turquía deportó ayer a un ciudadano estadounidense, a un danés y a un alemán.
El estadounidense, en lugar de ser repatriado a su país, fue expulsado de territorio turco a través de la frontera turco-griega en Edirne.
La Policía griega no le permitió la entrada, por lo que actualmente se halla en una especie de "tierra de nadie", entre Turquía y Grecia.
"Los que se quedan en la frontera, si se van o no, si se los llevan o no, no es mi problema. Vamos a continuar enviándolos", declaró Erdogan.
El Ministerio de Exteriores turco declaró que el próximo jueves serán deportados siete alemanes que habían intentado viajar a Siria para unirse al Estado Islámico.
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