El Ministerio Fiscal pide para el principal acusado la pena de 13 años de cárcel como responsable de una empresa, que según se mencionó durante el juicio podría estar relacionada con la construcción, a la que además se considera importadora de un envío procedente de Panamá y con destino Barcelona que fue interceptado por los agentes actuantes en la Aduana de Algeciras al considerarse sospechoso, el 17 de junio del 2000.
Tras la labor de la Unidad de Análisis de Riesgo, conjunta de la Guardia Civil y el SVA, se decidió la apertura del contenedor, que contenía dos calderas, una lavadora industrial y una planchadora.
Ante las sospechas que levantó la cobertura de hormigón de una de las calderas, se efectuaron algunas pesquisas que dieron lugar a la perforación de la misma para ver si había oculta en su interior sustancia estupefaciente. La falta de coincidencia entre los números de teléfono y direcciones físicas con la empresa destinataria acentuó las sospechas de los agentes. Finalmente, y tras atravesar el hormigón y una placa metálica, dieron con el estupefaciente, incautándose un total de 130 kilogramos.
El número de detenidos se elevó a tres, en una macrooperación policial que se llevó a cabo por diversas partes del país, solicitándose informes de llamadas telefónicas y efectuándose registros en domicilios sociales de empresas relacionadas con la importadora.
Superviviente
Se da la circunstancia de que el imputado es el único de entre los tres arrestados que ha podido ser juzgado, ya que en los nueve años de instrucción ha fallecido uno de ellos, y el otro se encuentra en estado de coma, indicaron fuentes judiciales.
Ayer testificaron los agentes de la Guardia Civil y el SVA intervinientes en las pesquisas. Hoy está prevista la continuación del juicio con otra decena de testimonios relacionados.
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