El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha apelado este sábado desde Valencia a aglutinar los apoyos en torno a los socialistas en las próximas elecciones generales del 10 de noviembre porque ése es el "voto útil" en una campaña convertida en "todos contra el PSOE y el PSOE contra el bloqueo de todos".
En un mitin ante 2.500 militantes y simpatizantes en el Pabellón del Quint en Mislata, en el área metropolitana de Valencia, Sánchez ha hecho un llamamiento a que "no caiga ningún voto en saco roto", en un intento por convencer de la necesidad de que el voto de izquierdas, progresista, vaya al PSOE.
Los socialistas subieron de 3 a 4 escaños en Valencia en los comicios de abril, si bien el bloque de izquierda, que a diferencia de 2016 se presentaba más fragmentado con la separación de Podemos y Compromís, se dejó un escaño. Juntos PP, Ciudadanos y Vox sumaron ocho escaños frente a los siete de PSOE, Podemos y Compromís.
El 10 de noviembre, los socialistas aspiran a seguir creciendo y conseguir un quinto escaño a costa de Més Compromís-Més País, la alianza entre Compromís y el partido de Íñigo Errejón, según reconocen fuentes del partido a Europa Press.
La Comunidad Valenciana es, junto con Andalucía, los territorios en los que más se centrará Sánchez, ya que en apenas ocho días de campaña, los visitará en varias ocasiones. De hecho, el próximo jueves 7 volverá a Valencia.
Como viene haciendo en estos mítines de campaña, Sánchez ha alertado de una campaña en redes sociales supuestamente orquestada por el PP -aunque los 'populares' se desmarcan-- consistente en que falsos perfiles se hacen pasar por votantes de izquierdas desencantados e intentan convencer al resto de que no vayan a votar o si lo hacen, que no apoyen al PSOE.
"'Yo no voto'. Esa es la campaña del PP. Desde aquí les decimos 'yo sí voto', y al PSOE. Vamos a votar todos. Dicen que no tienen nada que ver. También decían que no tenían nada que ver con la Gürtel", ha señalado, cuestionando la veracidad del desmarque 'popular' de esta campaña de intoxicación.
EL ÚNICO PARTIDO CON PRESENCIA EN TODA ESPAÑA
Sánchez ha erigido al PSOE como el partido que mejor puede representar un proyecto para toda España, al ser la única formación que tiene fuerte implantación en "todos y cada uno" de los territorios, frente a un PP que no tiene diputados por el País Vasco y sólo uno por Cataluña, de más de 45 que reparte esta comunidad.
También ha intentado desacreditar el proyecto que representan el resto de formaciones, remarcando cómo ha quedado desmentida la acusación del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sobre el supuesto plan Sánchez: meterse en "la habitación del pánico" con los independentistas Quim Torra y Gabriel Rufían, más el líder de Podemos, Pablo Iglesias, a "repartirse el botín" de España.
A Iglesias le ha retado de nuevo a aclarar si está dispuesto a bloquear "por quinta vez" un Gobierno progresista liderado por el PSOE, después de que él ya haya contestado a su pregunta descartando formar una gran coalición con el PP tras el 10 de noviembre.
Sánchez ha alertado asimismo del crecimiento que las encuestas pronostican a Vox, a la que algunos sondeos sitúan como tercera fuerza. Una subida que ha achacado a sus pactos con PP y Ciudadanos, que han contribuido a su crecimiento cuando deberían haberla aislado.
Bajo el punto de vista de Sánchez, la derecha bloquea al PSOE porque en sus 15 meses en el Gobierno ha demostrado que otra forma de hacer política es posible pero les ha dado una "mala noticia" para ellos: "La España progresista va a votar y al PSOE el 10 de noviembre". La "buena noticia" será entonces para España porque "gracias a ese voto masivo" por fin el país se pondrá "en marcha para avanzar en justicia social, limpieza y convivencia", ha indicado.
MEJOR UNA ESPAÑA ROTA QUE ROJA
Sánchez tuvo como uno de sus teloneros al ministro de Fomento y cabeza de lista por Valencia, José Luis Ábalos, que ha culpado de la repetición electoral a los partidos de la derecha, PP y Ciudadanos, a los que ha acusado de preferir "una España rota que una España roja". Pero que también ha culpabilizado a Unidas Podemos, que se presenta como la verdadera izquierda pero que termina siempre dando "una oportunidad a la derecha".
Más allá de los reproches, Ábalos ha querido ver una oportunidad en los comicios del 10 de noviembre, en el sentido de que la ciudadanía tiene hoy más datos acerca de cómo pueden comportarse las distintas formaciones políticas ante los principales desafíos que España tiene por delante, entre los que ha citado el problema en Cataluña o el enfriamiento de la economía.
Con respecto a Cataluña, ha erigido al PSOE como el único partido que está preparado para "restablecer la convivencia" frente a unos partidos de la derecha que sólo cuentan con "recetas para reprimir". Ábalos ha dudado asimismo de la capacidad del PP para ser solución en Cataluña, cuando disponen tan sólo de una diputada por la provincia de Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, eso sí, "marquesa".
Pero Ábalos ha cuestionado asimismo la idoneidad del PP para ser el partido que mejor pueda hacer frente al enfriamiento económico, cuando en la pasada crisis aumentaron la desigualdad con sus políticas, en un periodo en que "los millonarios han crecido casi en la misma proporción que los pobres".
"De la crisis se han hecho algunos ricos y toca corregir todo eso. ¿Va a ser el que lo hizo el que lo va a resolver? ¿Quién se lo cree?", ha remarcado Ábalos, antes de recordar que de los últimos gurús económicos del PP, uno de ellos está "en la cárcel", en alusión al exministro Rodrigo Rato, y otro, Daniel Lacalle, abandonó el partido tras el batacazo de abril y después de defender el recorte de las pensiones públicas. Lo que le ha servido para afirmar que el equipo económico de Pablo Casado es "anonymous, ¿alguien sabe quién está al frente?".
Ábalos ha alertado asimismo de que la única oportunidad que tiene el PP de gobernar es con Vox, dado que, según los cálculos de los propios 'populares', estarían rozando los 100 escaños. Por lo tanto, se ha preguntado, hasta los 176 de la mayoría absoluta "con quién" se van a aliar, si todas las encuestas apuntan a una caída de Ciudadanos.
Por ello, la conclusión a la que llega Ábalos es la de que el 10 de noviembre o se apuesta por un Gobierno del PSOE o se elige un Gobierno del PP "con los franquistas".
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