Ha afirmado la vicepresidenta Carmen Calvo que la derecha no apoya nunca, nada y Pablo Casado que ellos no apoyarán nunca a un gobierno de Pedro Sánchez porque ellos son la alternativa al PSOE. Resulta, pues, que si se hace caso a la mayoría de las encuestas - salvo la de ayer del CIS- sin la abstención de algunos partidos de ámbito nacional -para no depender el gobierno del Estado del voto de los partidos independentistas- podríamos volver al bloqueo que nos ha traído hasta las segundas elecciones. La repetición electoral acecha al panorama político español si no hay un partido que se destaque suficientemente.
La repetición electoral ha regalado el horizonte de los 80-100 escaños al partido de Pablo Casado, reconvertido en moderado pero dispuesto a pactar con los nada moderados de Vox. Es la sagrada familia que añora su unificación como reclama Aznar. La situación de Ciudadanos y, sobre todo, de su líder Albert Rivera es patética. Tuvieron en su mano una abstención para que hubiera gobierno y salvar su renta electoral, que era muy estimable, pero prefirieron torpemente unirse al Partido Popular. Esa decisión le puede costar carísimo. La oferta de última hora para facilitar gobierno a cambio de abstención no tenía credibilidad ninguna porque era exigir al PSOE una rendición inaceptable.
José Manuel Silva ha reflexionado sobre la participación electoral. A mayor participación, mejores resultados de la izquierda, que gana claramente en votos. A menor participación, gran caída en votos de la izquierda y victoria del centro-derecha. “El electorado de izquierda es mucho más abstencionista,.… Cuando la izquierda se moviliza y vota, gana con mucha ventaja al centro-derecha. El electorado de centro-derecha es bastante más fiel, y suele votar más masivamente que el de izquierda”. Silva advierte: “Las comparativas de los votos del centro-derecha de cada año frente a su media, muestra escasa variabilidad. Los victorias en votos de un bloque no tienen porqué coincidir con los escaños debido a la peculiar ley electoral española basada en circunscripciones provinciales “. En efecto, en cada elección general nos encontramos con 52 distritos, son 52 elecciones: 50 provincias más Ceuta y Melilla. El CIS ha preguntado a 18.000 personas para poder provincializar los escaños. Sus resultados son sorprendentes pero es que las demás encuestas rondan las 1200 y pueden dar los porcentajes pero atribuir escaños es temerario.
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