Este martes ha sido inaugurado el busto en homenaje a Cayetano Roldán, justo el día en que se cumplen 83 años de su fusilamiento, con un acto que se ha celebrado en la misma plaza donde ha quedado instalada la escultura y que se sitúa junto a la avenida que lleva el nombre del que fuera alcalde de San Fernando.
La inauguración de esta escultura y el homenaje al último alcalde de la República en San Fernando ha contado con la presencia de dos de las nietas del político asesinado, Ángeles y María Fernández Roldán, así como del autor de la obra, Cristóbal Cepillo, quienes se han acordado de otro de los nietos del político isleño, Juan Manuel Fernández, que luchó durante muchos años para mantener viva su memoria. También ha estado presente la alcaldesa, Patricia Cavada, así como miembros de la Corporación municipal y la diputada de Memoria Histórica y Democrática, Lucía Trujillo. Y no han faltado los vecinos y vecinas de la barriada, con el presidente de la Asociación de Comunidades, Rafael Gálvez, como conductor del acto; y los representantes de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática, Social y Política de San Fernando (Amede).
La escultura, obra del escultor Cristóbal Cepillo Galvín, se ha realizado en bronce fundido mediante la técnica de cera perdida y ha sido colocada sobre un pedestal de granito en la plaza en la que los vecinos y vecinas siempre quisieron que se instalara.
Con la colocación de este busto se da respuesta a la petición durante muchos años de la Asociación de Comunidades Madariaga para homenajear a un alcalde que hizo grandes cosas por San Fernando y que fue muy querido por sus ciudadanos y ciudadanas. Durante el acto, Miguel Ángel López Moreno ha glosado la figura del que fuera alcalde.
La alcaldesa ha afirmado durante el homenaje que “Cayetano Roldán fue un hombre bueno, republicano y de izquierdas, cabeza visible de un Ayuntamiento que velaba por sus paisanos, y un isleño muy querido por todos”. “Durante el tiempo que fue alcalde hizo lo que debe hacer un buen regidor: intentar transformar su ciudad y la sociedad en la que vivía, hacerla avanzar, para beneficio de todos”, ha recordado hoy antes de apuntar que “apostó por la justicia social, por crear centros de enseñanza porque estaba comprometido con la alfabetización y la educación laica, por pedir a los dueños de las fincas que las arreglaran en beneficio de los obreros, por establecer un precio regulador para la venta de pan, por implantar medidas de asistencia social, de auxilios médicos y de jubilaciones para los obreros… Esos fueron los delitos de Cayetano Roldán, que no tuvo miedo a significarse y dar la cara en un tiempo en el que tenía mucho que perder”.
En palabras de Cavada, “hoy reparamos una afrenta con Cayetano Roldán y los suyos, y con tantas víctimas del fascismo y de la represión. Hoy teníamos que estar aquí, 83 años después, simplemente haciendo memoria. Sin memoria, no hay dignidad para todas las víctimas”.
Por su parte, Ángeles Fernández, una de las nietas del homenajeado, ha querido transmitir el “eterno agradecimiento” de la familia por el día de hoy y por el trabajo durante tantos años “por mantener viva la memoria de nuestro abuelo”.
“Hoy estamos viendo por fin este momento, que va a continuar cuando culmine el procedimiento para que sea nombrado alcalde honorífico, y que nos da consuelo a los familiares”, ha dicho. “A partir de ahora estará siempre con su pueblo y con su gente", ha finalizado su nieta.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Comunidades Madariaga ha dejado claro que “los vecinos y vecinas estamos hoy de enhorabuena porque por fin hoy se ha hecho justicia con el que fue nuestro alcalde, y desde hoy vamos a contar en esta plaza, junto a la avenida que lleva su nombre, con el busto dedicado a Cayetano Roldán”.
Gálvez ha dado las gracias a todos los que han hecho posible la instalación de esta escultura, y ha apuntado que “desde el movimiento vecinal, de la mano de su familia que hoy nos acompaña y que siempre nos dio todas las autorizaciones para seguir adelante, hemos dedicado muchos años a trabajar para poder darle este homenaje a Cayetano Roldán. Siempre hemos querido hacerle justicia y darle el reconocimiento que se merece a este político que en la República hizo grandes cosas por San Fernando y que fue muy querido”.
Cayetano Roldán
Cayetano Roldán nació en 1882 y fue médico y el último alcalde de la República. Su padre, Manuel Roldán, que también fue médico y alcalde, fue el responsable de su vocación y compromiso político.
Como médico destacó por ayudar en todo momento a los más necesitados e incluso negarse a cobrar a sus pacientes.
Desde muy joven se interesó por la política y por los ideales liberales. Empezó como concejal en el grupo socialista y cuando se creó Izquierda Republicana en 1934, decidió unirse, formando parte del Frente Popular en San Fernando que ganó las elecciones del 12 de febrero de 1936. El 28 de febrero fue nombrado alcalde con 25 votos a favor y un voto en blanco.
En su mandato, defendió la República y llevó a cabo muchas acciones sociales para mejorar la vida de los ciudadanos en cuestiones como educación y asistencia social. Sus medidas fueron de gran beneficio para San Fernando y se convirtió en un alcalde muy querido.
El 18 de julio de 1936, tras el alzamiento militar producido en España, se produjo la lectura del bando de guerra en la plaza del Rey. La Infantería de Marina tomó los edificios principales de la ciudad y el comandante de Intendencia Ricardo Isasi fue propuesto como nuevo alcalde. Cayetano Roldán fue detenido junto al resto de la Corporación municipal.
Tras las detenciones del 18 de julio, la represión fue durísima en San Fernando. Tres días después del golpe, los tres hijos varones de Cayetano Roldán fueron detenidos: Manuel (28 años), Juan (26) y Cayetano (19). Como su padre, fueron encarcelados en el Ayuntamiento acusados de masonería. Fueron fusilados durante el mes de agosto en el pie del Pino Gordo en las Canteras en Puerto Real.
Cayetano Roldán permaneció encarcelado hasta el 29 de octubre de 1936. Murió junto a seis personas más fusilado en el cementerio de San Fernando tras 112 días de cautiverio y vejaciones.
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