El ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, lanzó este lunes un aviso a navegantes al acusar veladamente a Estados Unidos de "instigar revoluciones de colores" en el mundo y de "utilizar sus tentáculos" para interferir en los asuntos internos de China.
En la apertura del Foro Xiangshan, una conferencia anual sobre seguridad, el titular chino de Defensa aseguró también que el país asiático "nunca cederá" a la presión del exterior.
"Interferir en los asuntos de otros, instigar revoluciones de colores e incluso tratar de subvertir los Gobiernos legítimos de otros países son las verdaderas causas de las guerras y los disturbios en el mundo", dijo Wei en declaraciones recogidas por la prensa local.
El ministro chino no mencionó directamente a Washington, pero en anteriores ocasiones ha acusado a políticos de este país por su "apoyo" a las protestas en Hong Kong.
Esta vez, el funcionario se limitó a condenar a aquellas potencias que "empuñan sus palos" para ejercer "la máxima presión posible" sobre otros países y así accedan a sus demandas.
Las críticas llegan después de la aprobación, por la Cámara de Representantes de EE. UU., de la Ley de Democracia y Derechos Humanos de Hong Kong, que podría acarrear sanciones para quienes hubieran minado libertades en la ciudad semiautónoma.
Pekín advirtió con "fuertes represalias" esta medida al considerar que "expone a las claras la impactante hipocresía de algunos en EE. UU. sobre derechos humanos y democracia, y sus intenciones maliciosas de minar la prosperidad y estabilidad de Hong Kong para frenar el desarrollo de China".
Aunque Wei no se refirió directamente a la legislación, sí indicó que "recurrir a una jurisdicción de gran alcance no va a resolver nada", y que "las sanciones nunca son efectivas para lograr ningún resultado".
"El pueblo chino no va a ceder a intimidaciones. No tenemos miedo a luchar", aseveró.
La ley todavía necesita de la aprobación por el Senado de EE. UU. para convertirse en tal, y requeriría a Washington que evaluara si los acontecimientos en Hong Kong ameritan un cambio en el estatus de preferencia comercial de que ahora goza y puniría a quienes hubieran dañado la semiautonomía del enclave financiero.
Jiang Xinfeng, investigador militar de la Academia de Ciencias Militares, comentó este lunes al rotativo South China Morning Post que "si bien Wei no nombra a EE. UU., es un hecho bien conocido por todos que este país ha llevado revoluciones de colores allá donde busca subvertir el orden para promover su propia ideología".
Cao Yanzhong, otro investigador de la academia, manifestó al periódico que los comentarios de Wei indican "el grado de preocupación" de Pekín sobre la situación en Hong Kong.
"Estamos muy preocupados por el futuro de Hong Kong y sobre cómo puede volver a la calma la ciudad", indicó, agregando que hay que estar "muy atento" a la supuesta interferencia, "especialmente a cualquier intento deliberado de instigación".
Por otra parte, Wei habló también de otro asunto espinoso para Pekín, la autoproclamada "cuestión taiwanesa", apuntando a que "ninguna fuerza podrá prevenir la 'reunificación' de China".
"Las actividades separatistas fracasarán. China es la única potencia del mundo que no ha sido completamente 'reunificada'", dijo Wei con las miras puestas en las próximas elecciones presidenciales en Taiwán, previstas para enero de 2020 y a las que concurrirá la actual presidenta, la independentista Tsai Ing-wen, bajo cuyo mandato -desde 2016- se han deteriorado los lazos con Pekín.
A las notas de cal Wei añadió una de arena al afirmar que "China no atacará a nadie a no ser que sea atacada primero", que "China nunca perseguirá la expansión o la hegemonía" y que "China no participará en carrera armamentística alguna".
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