Vivimos a un ritmo frenético, comemos de forma desesperada masticando rápido, de pie y sin triturar la comida correctamente, por ello entre bocado y bocado tragas mayor cantidad de aire. Los enormes trozos de comida dentro de nuestra garganta nos producen inflamación estomacal, cada vez restamos más tiempo de nuestra comida para poder realizar mayor número de actividades, pero nos sentiremos incómodos.
Se han generado gases estomacales que con el paso del tiempo se van adhiriendo al estómago, convirtiéndose en grasa y esto se traduce en aumento de peso, que nos hace lucir barriguita.
Para evitar todo esto sólo hay que modificar los hábitos alimenticios. A continuación os dejo una guía sobre un planning semanal que os puede ayudar a vuestro problema, ya seas hombre o mujer.
Desayuno: té de menta con leche o un vaso de zumo de zanahoria con apio, dos rebanadas de pan tostado con queso desnatado.
A media mañana: papaya con con granola o manzana asada y un vaso de agua.
Almuerzo: una taza de caldo de verduras casero, una pechuga asada de pollo o ternera, puré de calabaza o zanahorias ralladas, una pera asada o gelatina y agua.
Cena: una taza de caldo, una taza de arroz, una manzana asada y agua.
Básicamente esta es la línea a seguir, lo ideal es mantener la dieta tres semanas, hacer un descanso, pero sin comer grasa en exceso y bebiendo mucha agua.
No es recomendable tomar alimentos procesados. El exceso de azúcar y sodio provoca que nuestro estómago se inflame. Bebe mucha agua, camina mínimo 30 minutos y no te sientes todo el día. A esto le puedes añadir algunos ejercicios sin necesidad de ir al gym.
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