El Círculo de Patrimonio Cultural de Huelva ha solicitado este miércoles a la Junta de Andalucía que inspeccione la ordenación de la parcela que ocupa el número 17 de la calle Méndez Núñez, situada junto al ábside de la Iglesia de la Concepción.
Según han explicado a Viva Huelva desde el colectivo, el objetivo de este trámite no es otro que conseguir proteger el entorno del Bien de Interés Cultural (BIC) de la Iglesia de la Concepción de los perjuicios que podrían causarle los actuales planes urbanísticos para dicha parcela.
El colectivo ya registró el pasado 14 de abril un escrito de alegaciones al Estudio de Detalle de la parcela, que el Ayuntamiento redactó el pasado mes de marzo como paso previo al futuro proyecto de edificación de dicho solar, a iniciativa del Obispado de Huelva.
El Estudio de Detalle al que Patrimonio Cultural presentó alegaciones contempla la construcción de un edificio de siete plantas en el solar, de acuerdo con las determinaciones contenidas en el vigente Plan Especial para la protección del entorno de la Iglesia de la Concepción, que fue aprobado en el año 2011.
Según el Círculo de Patrimonio, esta ordenación se está tramitando “desde la ilegalidad” porque tanto el Estudio de Detalle como el Plan Especial de la Concepción en el que se fundamenta contravienen la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Huelva y el Plan Especial nº1 del Casco Antiguo.
Sin embargo, aún no han recibido respuesta a sus alegaciones y han decidido dar otro paso más, solicitando a la Delegación Territorial de la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía que intervenga para que “sea restituida la legalidad urbanística en la parcela”, una vez que el Plan Especial de la Concepción supuso la descatalogación del inmueble que se levantaba en ella.
Las arquitectas que redactaron el Plan Especial de la Concepción, explica el Círculo de Patrimonio Cultural en el escrito que han preparado para la Junta de Andalucía, proponen para dicha parcela, en la que se levantaba una casa protegida de dos plantas, una nueva edificación de siete plantas que, en su opinión, “magnifique y potencie la presencia de la iglesia”.
Según afirma el Círculo de Patrimonio Cultural en sus alegaciones al Estudio de Detalle, este cambio es “del todo irregular y altamente pernicioso para con el bien principal, esto es, la iglesia de la Concepción”.
El Plan Especial defiende que la nueva ordenación incluiría, además de una construcción con siete plantas, una edificación de dos plantas en la parte más próxima a la iglesia y una calleja libre, visible desde Méndez Núñez, que permitiría ver el ábside.
Sin embargo, desde el colectivo recuerdan que “esta parcela siempre contó con ese acceso y espacio liberado en torno al ábside, con lo cual no existe ninguna mejoría con el presente plan”. Lo que sí implica el cambio, denuncian, es un “agresivo aumento de la edificabilidad”. La ordenación propuesta, lamentan, lo que consigue es “encerrar aún más la iglesia” y aproximar a ésta el testero del edificio de siete plantas construido en 1982 anexo a la parcela y que, recuerdan, se encuentra “Fuera de Ordenación”.
Antecedentes
La antigua casa parroquial que ocupaba la trasera de la Concepción fue demolida en fases a partir del año 2002, según la versión oficial, por los daños provocados por la construcción de Edificio Coliseo. La casa contaba con una protección P2, de grado intermedio, lo que implica que en caso de ruina debía haberse conservado su fachada y reconstruido su estructura.
Sin embargo, lamenta el Círculo de Patrimonio, la Administración municipal, haciendo gala de “inoperancia y falta de voluntad”, no sólo permitió el derribo del interior de la casa sino también de la fachada que, aunque no se había visto dañada, se echó abajo para “facilitar el paso de vehículos y maquinarias” para las obras de restauración de la Concepción, según se admite en el documento del Plan Especial de la Concepción.
Con la casa demolida, señalan, el Plan Especial de la Concepción no se planteó siquiera su reconstrucción, como establece para un bien P2 la normativa urbanística vigente, algo que las arquitectas que redactaron el plan justifican en el “discutible valor arquitectónico” de la casa demolida.
Por todo ello, el Círculo de Patrimonio considera que “la nueva ordenación no viene a dar solución alguna, sino más bien a continuar con la generación de plusvalías”. El aumento de altimetrías, añaden, “no puede ser beneficio alguno para el entorno de un BIC”.
Frente a esta ordenación, el Círculo de Patrimonio apuesta por la adaptación del testero del edificio de 1982 colindante y “la recuperación del edificio de la antigua casa parroquial, tal y como debió garantizar su consideración de P2”.
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