Los embalses adscritos a la cuenca Guadalete-Barbate dentro del término municipal de Arcos están al 46,58 por ciento con 769 hectómetros cúbicos almacenados, cuando el año pasado por el mismo periodo estaban al 61,36 por ciento, con 1.013 hectómetros. Es preciso tener en cuenta que su media de los últimos diez años se sitúa en el 63,62, con lo cual la merma de las reservas es notable.
Por embalses, a fecha de 7 de septiembre, el de Arcos acumula 13 hectómetros cúbicos, un 92,86 por ciento de sus reservas. En situación mucho peor está el pantano de Bornos con 51 hectómetros cúbicos y un raquítico 25,50 por ciento. Su media de los últimos diez años es del 55,15 por ciento. Sin embargo, la sequía no parece pasar una factura tan alta al mayor de los embalses del término, el de Guadalcacín, que se encuentra ahora mismo al 49 por ciento con 392 hectómetros cúbicos almacenados. En este caso, su media es del 64,28 por ciento.
El de Los Hurones registra un modesto 42,96 por ciento con 58 hectómetros cúbicos. También su media de los últimos años es más elevada, un 60,37 por ciento.
He aquí las consecuencias de un verano sin lluvias y un otoño pobre de momento en precipitaciones, lo cual no solo pasa su factura a los embalses, sino al ciclo de la naturaleza que se resiente por la falta de agua.
En algunos puntos de Andalucía han comenzado las restricciones para los cultivos. No es el caso por ahora en la provincia de Cádiz y en la comarca de la Sierra, donde tanto el riego como el consumo humano están garantizados por el momento.
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