Salvo cuando dijo que el 40% de los árboles plantados en el anterior mandato ya están secos, el portavoz del PP, Beltrán Pérez, está aportando pruebas gráficas demostrativas del estado de aspectos de la ciudad que está revisando, como han sido las 2.500 fotografías de aceras deficientemente conservadas y 500 de pasos de cebra ya borrados o difuminados por la acción del tiempo y el abandono. Por tanto, se trata de un ejercicio de control de la acción del gobierno local que no se queda en una mera denuncia vaga o genérica, como nos tenían acostumbrados hasta ahora los partidos de la oposición, sino que está apoyado en un indudable trabajo de campo que se demuestra con esas imágenes que valen más que mil palabras.
El gobierno de Espadas se limita a descalificar a Beltrán Pérez aludiendo sin venir a cuento a su frustración por sus derrotas electorales o responde, como en el último caso por boca del delegado Juan Carlos Cabrera, que ha invertido 1,2 millones de euros en dos años en repintar las calzadas. A la vista de las fotos de Beltrán Pérez ese 1,2 millones o han sido insuficientes o su efecto se ha diluido mucho antes de lo esperable. La remisión a estadísticas no puede ocultar la realidad de esos 500 pasos de peatones deteriorados. El gobierno, en vez de reprocharle su labor de fiscalización quizás debería preguntarse por la calidad de la pintura en la que dice haber gastado el dinero.
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