El Málaga Club de Fútbol perdió ayer por 2-0 ante el Huesca en la décima jornada liguera de Segunda División. El conjunto malagueño no se metió en el partido cuando se produjo el saque inicial. Se reflejaron las sombras rosadas de los jugadores malagueños sobre el césped del Estadio El Alcoraz pero el equipo de Martiricos no reaccionaba.
El aviso del dominio local lo dio el Huesca con un tiro lejano de Okazaki. Siendo el primer gol anulado al conjunto aragonés en el 7’ por fuera de juego. Pero el primer tanto local sí subió al marcador seis minutos después. Pulido anotó, tras un centro de Mikel Rico, batiendo por bajo a Munir.
Lejos de reaccionar, el conjunto costasoleño no encontraba su sitio en el campo. Era el conjunto aragonés el que seguía apretando en el área visitante. Fue de nuevo protagonista Okazaki tras materializar otro gol que fue anulado otra vez por fuera de juego.
El dominio era absoluto del equipo de Míchel, aunque el Málaga empezaba a replegarse con mejor criterio para impedir el riego local en su área juntando sus línea defensivas. Hasta el 37’ no llegó el equipo de Víctor Sánchez del Amo al área rival. La jugada acabó con un disparo sin peligro de Boulahroud.
Entonces llegó el segundo gol del Huesca. Caracoleó Juan Carlos Real, que hizo con la defensa malaguista lo que quiso, y se encontró frente a Munir para batirlo desde la izquierda con un disparo cruzado (2-0, min 39). El descanso llegó con el resultado a favor del conjunto local.
La reanudación trajo consigo una dinámica muy parecida a los primeros 45 minutos. Solo había un equipo sobre el césped y el VAR volvió a hacerse protagonista y ser clave sobre las decisiones arbitrales de Miguel Ángel Ortiz Arias. Y, precisamente, después de una revisión se decretó en el 49’ un penalti a favor del Huesca por un golpeo de Luis Hernández a Pulido. Detuvo Munir con un paradón de reflejos, activando a su equipo.
Pero cinco minutos más tarde, volvió a entrar el VAR en escena para que el colegiado le sacara la roja a Adrián González por una falta que había cometido. Más cuesta arriba se le puso todavía el partido al Málaga que, a pesar de la inferioridad, le intentó meter más intensidad al juego y alguna inyección de energía para crear más salidas explosivas por las bandas.
Por el otro lado, Okazaki siguió creando peligro en el campo malagueño, aunque el Huesca tocaba la pelota con tranquilidad, dejando pasar los minutos de un encuentro en el que se había mostrado muy superior a los malagueños.
El tiempo extra se alargó seis minutos más y la gran oportunidad del Málaga llegó en el 91’ de las botas de Antoñín. El delantero malagueño estuvo muy cerca de materializar un contraataque del que sentó a dos defensores; entre ellos a Mikel Rico, pero envío el balón por encima del travesaño de la portería defendida por Álvaro Fernández.
No pudo ser, lejos de competir, el Málaga reflejó una pobre imagen para dejarse todos los puntos en El Alcoraz.
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