La factura trimestral del agua de más de un millón de sevillanos (el 55% de la población de la provincia) subirá el año que viene un 7% (48 céntimos de media por persona al mes y 1,44, al trimestre). Así lo ratificaron la Junta General y el Consejo de Administración de Emasesa.
La propuesta de nuevos precios tiene que ser ahora refrendada por los plenos de los ayuntamientos a los que abastece la empresa pública. Los vecinos de los municipios de El Ronquillo, El Garrobo, Alcalá del Río, La Rinconada, Mairena del Alcor, Camas, San Juan de Aznalfarache, Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Coria, la Puebla del Río y Sevilla capital verán incrementada la tarifa como consecuencia de la “necesidad” de Emasesa de acometer infraestructuras “urgentes y críticas” por valor de 10,4 millones de euros.
Entre ellas, está la de la ladera del Carambolo, en Camas, donde Emasesa invertirá 3,1 millones para la protección y mejora de las instalaciones, tanto de los depósitos de agua como de las tuberías. Estos depósitos permiten almacenar y suministrar el agua para consumo de más de 600.000 personas, el 60% de los usuarios de Sevilla y su área metropolitana, enfatizó el Ayuntamiento.
Se abordará también la modernización de las instalaciones de cloración en la ETAP del Carambolo, ya que “el cambio climático está produciendo alteraciones en el agua bruta y, consecuentemente, en la calidad del agua para consumo humano”, apostillaron las fuentes municipales. Además, se construirá un sistema de distribución para llevar el agua desde el Carambolo hasta los depósitos de Coria y Puebla del Río.
El debate de la subida de la tarifa doméstica en el Consejo de Administración fue intenso, según fuentes consultadas. Los partidos de la oposición fueron duros en sus críticas. De hecho, PP, Cs y Vox votaron en contra. Adelante Sevilla se abstuvo y puso condiciones a su voto final con tres peticiones que ya ha trasladado al Gobierno local: una tarifa social para las familias más necesitadas, progresividad en los precios y una modificación de la ordenanza con el fin de bajar la tasa de basura y así compensar la subida que se registrará en el agua.
El Ayuntamiento ya ha confirmado que, por primera vez, las nuevas tarifas incorporarán esa tarifa social para familias que no puedan afrontar el pago de la factura. Se garantizará un consumo mínimo vital de 110 litros por persona y día y se fijarán dos niveles de bonificación en función de los ingresos de cada usuario.
Los que tengan ingresos inferiores a la Renta Mínima de Inserción Social tendrán una bonificación del cien por cien y, en caso de que tengan ingresos equivalentes al Iprem, se fijará una bonificación de hasta el 50% en un consumo de 100 litros por habitante y día. En el caso de Sevilla, además, el Gobierno municipal modificará la ordenanza para bajar el coeficiente de la tasa de basura, de forma que “el ajuste en el agua no tenga incidencia alguna en esta tasa”.
Los municipios con representación en el Consejo (La Rinconada -PSOE-, Alcalá de Guadaíra -PSOE-, Dos Hermanas -PSOE-, Camas -PSOE-, Coria del Río -Andalucía por Sí-, San Juan de Aznalfarache -PSOE- y Mairena del Alcor, gobernado por el PP) apoyaron de forma unánime la subida de la factura.
El PP municipal, a través de su portavoz, Beltrán Pérez, calificó esta medida de “atraco a mano armada”, máxime cuando Emasesa obtuvo un superávit de ocho millones de euros en 2018.
En el caso de Cs, su portavoz, Álvaro Pimentel, se lamentó de que la propuesta sea fruto del “pacto oculto de Juan Espadas con la extrema izquierda”.
Del lado de los consumidores se pronunció la asociación Facua. Su portavoz, Rubén Sánchez, denunció el “tarifazo” que supone “la mayor subida que se recuerda en un bien de primera necesidad en los últimos años, en lugar de destinar los beneficios millonarios que la empresa ha obtenido para costear las obras”.
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