Nuevo curso, nuevos retos y nuevas caras. La Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Centros de Enseñanza Pública y Sostenidos con Fondos Públicos (Fampa) de Huelva acaba de renovar su junta directiva, que llega con las ideas muy claras y muchas ganas de trabajar por la comunidad educativa de la provincia.
La nueva junta directiva, elegida por unanimidad el 21 de septiembre, está encabezada por María Jesús Valle como presidenta, procedente del Ampa de El Saladillo.
Valle, que ya estuvo en la junta directiva de Fampa hace unos años y lleva más de una década como representante de padres y madres de alumnos, confiesa a Viva Huelva estar muy “ilusionada” por abrir esta nueva etapa y poder seguir “aprendiendo y aportando” a la federación.
Aunque las tareas que las asociaciones de madres y padres de alumnos son muchas, Valle apunta que su “inquietud más grande” a la hora de afrontar este proyecto es conseguir que “la figura de la familia esté al nivel que le corresponde y que está reconocido por Educación”.
En este sentido, Valle explica que aunque es cierto que las familias y sus organizaciones de representación “sí ocupan” un espacio importante en la vida diaria de los centros, hay que seguir trabajando para que “se consolide” y para lograr que “las ampas no se vean somo como una asociación que se dedica a organizar festejos” sino que ejercen una insustituible labor para velar por que “la Administración educativa cumpla sus objetivos”.
Además de trabajar para resolver las necesidades administrativas de las ampas onubenses, la Fampa, explica Valle, tiene entre sus tareas contribuir a que se dé respuesta a las “necesidades del alumnado”.
Respecto a los alumnos Valle tiene muy claro que su necesidad fundamental es contar con “una docencia de calidad”. Por ello, Fampa Huelva advierte que es vital que se agilice el sistema de cobertura de bajas del profesorado y que éstas se cubran con profesionales de la misma especialidad.
Valle asegura que necesidades como “la climatización o el estado del mobiliario” son también importantes y “hay que abordarlas” pero advierte que la pieza “más importante” para la enseñanza de calidad “es el docente” y por ello garantizar la cobertura adecuada de las bajas es “fundamental”.
Actualmente, Fampa Huelva representa a las asociaciones de madres y padres de 198 centros educativos de la provincia. Hay asociaciones de 34 centros concertados en sus filas y, según Valle, otra de las grandes líneas de actuación de esta junta será recordar que los centros concertados tienen su sitio en el colectivo. “No puede haber una separación entre la concertada y la pública, la obligación de Fampa es estar con ellos, lo que hacemos es defender los derechos de las familias, tanto de los centros públicos como concertados”, explica Valle.
Toque a Delegación
Otra de las intenciones de la nueva junta es retomar cuanto antes las reuniones periódicas que las ampas mantenían con los responsables de la Delegación de Educación y que, apunta Valle, se interrumpieron en mayo porque la delegada de Educación, Estela Villalba, alegaba falta de tiempo por sus otras competencias.
Valle asegura que esos encuentros, a los que Fampa convocaba a diferentes ampas de la provincia, eran muy productivos tanto para los padres como para la Junta. “A la Delegación le viene muy bien porque se establece una relación de cercanía y pueden conocer de primera mano las necesidades de los centros”, explica.
La nueva junta directiva está integrada por representantes de ampas de diferentes zonas de la provincia con el objetivo que todas las ampas tengan un referente cercano en ella.
En concreto, acompañan a Valle en la junta directiva María del Carmen Romero, de Palos de la Frontera; Ana Belén Reina, de Huelva; Ana María Moro, de Huelva; Carmen Márquez, de Bonares; José Antonio Carrasco, de Villablanca; y Cándido F. Vázquez, de Cortegana.
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