La jueza de Instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez, ha ordenado la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el gerente de Magrudis, José Antonio Marín, y su hijo mayor, Sandro, a los que atribuye un delito contra la salud pública, tres homicidios por imprudencia grave, dos abortos y lesiones.
Según ha informado a Efe el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la magistrada también ha dejado en libertad provisional a otro de los hijos, Mario Marín Rodríguez, después de que haya prestado declaración una vez que pasó a disposición judicial este jueves por la mañana.
La instructora, al igual que la Fiscalía y la asociación de consumidores Facua, achaca a José Antonio Marín y Sandro José Marín Rodríguez un delito contra la salud pública en concurso ideal con tres homicidios por imprudencia, dos delitos de lesiones al feto con resultado de aborto y varios delitos de lesiones por imprudencia grave.
Tanto el gerente como sus dos hijos, detenidos el pasado martes por la magistrada que investiga el brote de listeriosis detectado en agosto, han pasado a disposición judicial este jueves y han estado declarando ante la instructora durante la tarde.
El primero en subir al juzgado de Instrucción fue el hijo menor, quien declaró durante una media hora ante la magistrada instructora, quien le ha impuesto la obligación de comparecer en el juzgado los días 11 y 25 de cada mes.
El siguiente ha sido Sandro José Marín Rodríguez, administrador y socio único de Magrudis, quien ha permanecido media hora en la sala del juzgado, mientras que el último en declarar ha sido su padre, el gerente de la empresa, José Antonio Marín, quien ha comparecido ante la instructora durante cincuenta minutos.
Ninguno de los arrestados ha respondido a las preguntas de la fiscal y del abogado de Facua, personada en la causa, y sólo han contestado al letrado que los representa y a la jueza.
Durante su comparecencia, el gerente de Magrudis ha explicado que al principio sólo vendía productos cárnicos y que comenzó a fabricar a partir de la crisis de hace una década, pero ha alegado que no sabía qué tenía que hacer y que debía informar a las autoridades en caso de aparecer una bacteria como la listeria.
En cuanto a los hijos, han admitido que trabajaban en la empresa familiar, aunque el que figura como administrador único de Magrudis ha matizado que él pensaba que lo ha estado haciendo como autónomo.
Respecto a la muestra de carne contaminada en la que el laboratorio Microal detectó un positivo de listeria, y de la que Magrudis fue informada por correo electrónico, Marín ha recordado que destruyeron esa partida y que limpiaron la fábrica "con mucha lejía" y otros productos.
La fiscal, por su parte, ha invocado los decretos 1528/12, sobre desechos, y 1945/93, que regula la obligación de las empresas de autocontrolarse, al considerar que Magrudis primó el ánimo de lucro sobre las exigencias sanitarias y que cometió varias irregularidades, incluso con riesgo para sus propios trabajadores.
La representante del Ministerio Público también ha informado a los detenidos de que tenían los teléfonos intervenidos desde principios de septiembre.
Marín y sus dos hijos fueron trasladados este jueves por la mañana desde la comandancia de la Guardia Civil a los juzgados del Prado de San Sebastián, pero el primero en subir a Instrucción lo hizo a las 13.50, ya que el atestado de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Instituto Armado no llegó hasta el mediodía.
La Guardia Civil ya dejó en libertad a dos de los cinco responsables de la Magrudis que fueron detenidos el martes en el marco de una operación ordenada por el Juzgado de Instrucción 10.
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