El trabajador social del Hospital Universitario Virgen Macarena que realizó el seguimiento del bebé de seis meses de la barriada de El Cerezo de Sevilla fallecido en junio de 2017 ha indicado que emitió un informe a los servicios sociales señalando que sus padres, B.S.R.G., acusado de asesinar al pequeño, y R.F.G., acusada de no prestar cuidados al menor, realizaban un "maltrato por omisión" hacia el pequeño.
En su declaración como testigo ante el tribunal con jurado popular encargado de enjuiciar a los dos progenitores, este trabajador social ha señalado que este informe fue emitido el 10 de abril de 2017, tres días después del alta hospitalaria, que se concedió al pequeño el 7 de abril, y dos meses antes del fallecimiento del bebé.
Este informe estima que ante "la ausencia de buenos cuidados" el pequeño estaba siendo objeto de un "maltrato por omisión". En esa línea, el trabajador social ha indicado que realizó el seguimiento del bebé y sus padres desde que el primero nació, de manera prematura, hasta que se le dio el alta, cuatro meses más tarde, y que en su informe describe "ciertos factores de riesgo moderado" para el menor.
En ese informe, el trabajador social expresó que los acusados eran jóvenes poco preparados y "no tenían rol de padres", que habían "ocupado" un piso, que "fumaban cannabis", que era "tremendamente dificultoso" localizarles para cuestiones de su bebé cuando estaba ingresado en el hospital, y que en suma, tenían "una actitud negligente permanente" si bien éstos tenían "un gran entusiasmo" por cuidar a su bebé.
Asimismo, el trabajador social ha apuntado que transmitió este informe a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sevilla, al sistema de Protección de Menores de la Junta de Andalucía y a la pediatra asignada al menor, para que realizaran un seguimiento ante la situación de "riesgo moderado" en la que se encontraba el pequeño.
Preguntado si es adecuado, una vez con el alta médica, dejar al pequeño al cuidado de sus padres, el trabajador social ha indicado que el bebé no se encontraba en "riesgo inminente" ni en situación de "desamparo" y que las circunstancias de riego existentes habían sido "compensadas" con la formación que se le había dado a los padres en el centro hospitalario, con las citas médicas y con el seguimiento que debieran hacer los servicios sociales.
De otra parte, ha apuntado que remitió de nuevo el informe a las entidades sociales toda vez que tuvo constancia de que los padres no acudían a las citas médicas prefijadas lo que "aumentó" su preocupación.
"GOLPE DE GRAN INTENSIDAD"
Previamente, han testificado los dos pediatras que atendieron en Urgencias al menor cuando ingresó "con parada respiratoria y latiods débiles" pocos días antes de su fallecimiento, los cuales han señalado que los padres manifestaron únicamente que el pequeño se había atragantado con la leche, una circunstancia "plausible" al ser prematuro y "encontrarse" leche en la nariz y en la boca.
En ese sentido, han indicado que durante la exploración encontraron un encefaloma --pequeño bulto exterior en el cráneo-- por lo que decidieron realizarle una radiografía y un TAC.
Tras estabilizar al bebé y comprobar que "no había leche en la tráquea", lo que descarta que se estuviera ahogando con la leche, se realizó pruebas que reflejaron la existencia de tres fracturas en distintas zonas del cráneo compatible con "tres golpes" o un golpe "de gran intensidad" que hubiera originado dos fracturas y una tercera por el efecto de 'contragolpe' --onda expansiva del golpe que provoca un daño en lado inverso--, que posteriormente derivaron en un edema. Igualmente, han apuntado que se le hicieron pruebas oftalmológicas que revelaron hemorragias en la retinas compatibles con un "fuerte zarandeo".
De otro lado, han indicado que cuando la madre vio la lesión en la cabeza del bebé le preguntó a su pareja que si le había hecho algo a lo que éste calló.
Además, han señalado que la patología que sufría el bebé denominada hidrocefalia del lactante es algo normalmente "inocuo" y que se elimina con el desarrollo del bebé.
De otra parte, ha declarado una testigo de Jehová que visitaba a la pareja para enseñarle lecciones de la Biblia quien ha asegurado que en las siete u ocho ocasiones que visitó el piso ocupado de la pareja, siendo una ocasión dos horas antes de la hora en la que se fija el golpe mortal al bebe, encontraron al bebé "bien cuidado" y "atendido".
"CLARO DESPRECIO A LA JUSTICIA"
La sesión de este miércoles de la vista oral ha comenzado con más de dos horas de retraso toda vez que la acusada no se había presentado a la Audiencia Provincial de Sevilla y hubo que ir a recogerla.
La presidenta del tribunal, la magistrada Mercedes Alaya, le pidió que motivó esta situación a lo que R.F.G. indicó que "vivía en un pueblo" y que había "perdido el autobús". Ante esta respuesta, la juez le espetó que "no es consciente ni del objeto ni del motivo del juicio al que se está sometiendo" y que su actitud es un "claro desprecio a la justicia".
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