Las asociaciones Unión Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense del Taxi han convocado para este miércoles una concentración de taxistas "sin vehículos" ante la sede del Instituto Municipal del Taxi, en demanda de soluciones al "colapso administrativo y lentitud en los trámites" de dicho organismo, la continuidad del plan de rescate de licencias acordado en 2016 y "más control y vigilancia" frente a la "competencia desleal" de los vehículos de transporte concertado (VTC) que operan para empresas de alquiler de coches con conductor como Uber o Cabify.
Según la convocatoria, recogida por Europa Press, la concentración está fijada de 10 a 13 horas de este miércoles ante la sede del Instituto Municipal del Taxi, para acudir a la misma "sin los vehículos" y "principalmente" aquellos taxistas que se encuentren de descanso. Y es que la idea es "no causar perjuicios a los usuarios del taxi y no dejar desabastecida a la ciudad, (...) evitando molestias con caracoladas absurdas que sólo encuentran el reproche de la opinión pública".
En ese sentido, recordemos que este mismo martes ha sido celebrada la primera de las dos caravanas convocadas por la asociación Élite Taxi Sevilla, en demanda de que la renovación de los órganos del Instituto Municipal del Taxi incluya una "ampliación" de la representatividad que abarque a todas las asociaciones del sector, hasta ahora representado sólo por Unión Sevillana y Solidaridad, y que los propios titulares de licencia voten directamente a los representantes del gremio en dicho organismo estén afiliados o no a alguna de las asociaciones.
La concentración convocada por Sevillana del Taxi y Solidaridad Hispalense, de otro lado, está destinado a protestar por "la inoperancia, el colapso administrativo y la lentitud en los trámites por la falta de personal del Instituto del Taxi", así como a demandar la continuidad del convenio firmado en 2016 con el Ayuntamiento para el rescate de 140 licencias de taxi entre 2016 y 2019 a un precio de 70.127 euros en favor de los taxistas interesados en la devolución de sus licencias; "el cierre de las contrataciones" salvo para los taxis adaptados a personas de movilidad reducida para no "volver al pasado y repartir miseria para todos" y reclamar "más control y vigilancia ante la competencia desleal y el intrusismo".
Este último extremo, claro está, alude a los conductores de vehículos de transporte concertado que trabajan para las empresas de alquiler de coches con chófer como Uber y Cabify.
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