Gotas celestiales sobre un suelo mojado que ya se olvidó hace tiempo de la lluvia. El secarral de Jaén amontona citas célebres, aforismos universales, en cualquier rincón de sus céntricas plazas atestadas, hoy, de las premuras de septiembre. La cultura en Jaén es un tributo gris al libro viejo y de ocasión, comprado al peso, con la intención de cubrir de impostura lo vacío. Lo jahenciano, pues, siempre será un grito desesperado que reclamará mirarse para adentro en mitad de la mismísima nada a que nos condena nuestra indolencia. Cuando petimetres del juntar letras se erigen en la quintaesencia del jaenerismo a base de airear fósiles y cadáveres insepultos, de comulgar con cuanto nos oprime y condiciona desde mucho antes de Piturda, de sublimar los espantajos de nuestro pasado atribuyéndoles logros invisibles e inverosímiles, entonces una cohorte de acomodados sin escrúpulos y beatíficas almas cándidas, al adherirse entusiástica a sus postulados, les hace creer que Jaén son ellos y, por tanto, nadie mejor que ellos para representar su oposición radical al conformismo: una suerte de conciencia crítica sustentada en reír las gracias a los amigos, amigos de sus amigos, por muy corruptos e impresentables que sean, y en hablar ex cathedra sobre lo que le conviene a Jaén, según sus cortas e interesadas entendederas. ¿No les extraña, a ustedes, que quienes más ladran en defensa de Jaén lleven casi 40 años pegados al culo del poder, rentabilizando silencios y docilidad, es decir, sin dar un triste mordisco? Tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
Jaén, su ayuntamiento, más de cuatro veces, por desgracia, se antoja quimera disfrazada de caviar de río frío en aceite de oliva virgen extra que, después de servida, casi siempre rezuma detritus por las soperas de la concesión y la encomienda. Contratistas, promotores y comisionistas se hacen con las prebendas públicas a costa de que los viejos se queden sin árboles en parques apesadumbrados. La gente se arremolina en centros comerciales a las afueras, condenando a la oferta comercial de toda la vida, radicada en el centro urbano, a una deplorable decadencia. A este paso, sólo resistirán los bares. Los grandes grupos marcan, e imponen, el urbanismo comercial. Y las concesionarias, amparadas en reclamaciones judicializadas, perpetúan la zozobra de las finanzas municipales. “El Ayuntamiento acometerá el pago de deuda correspondiente a los años 2017, 2018 y 2019, con cargo a los fondos de ordenación del Ministerio de Hacienda. Lo que se abonará serán las cuotas pendientes con concesionarias y otras empresas que acudieron a la vía judicial”. “El plan de ajuste para la adhesión a los fondos de ordenación estatales fuerza una subida del IBI del 8,3%, retirándose la bonificación del 2,5% por la domiciliación del recibo”. “El gobierno anterior del PP aplicó un incremento del 18% por la vía de la subida del valor catastral”. Un Ayuntamiento, en cualquier caso, a la vista está, asediado, maniatado. “El Ayuntamiento iniciará el procedimiento para declarar la nulidad del contrato del servicio de transporte urbano a la empresa Castillo y proceder a su licitación pública”. Castillo logró en 2011 en tribunales, por vez primera, paralizar la puesta en marcha del tranvía. Fernández de Moya, a renglón seguido, tras obtener una mayoría absoluta incontestable, remató la faena. El purgatorio de Onda Jaén -2,5 mill € anuales, a fondo perdido- atemoriza a los pusilánimes. Tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
Los sondeos avisan a las izquierdas sobre la desmovilización de su electorado ante la posibilidad cierta de una nueva convocatoria de comicios el 10 de noviembre. En el transcurso de esta semana, los posibilistas del PSOE y UP agotarán existencias, al tiempo que sus líderes se mantendrán, impasibles, irreductibles, al borde del precipicio, en sus respectivos burros de principios. De ahí no se bajan. Para Cs un invento como ‘España suma’, a la postre, sólo favorecería las expectativas del PP. El reparto parlamentario por frentes o bloques se asemejaría al actual, por más que se aventure que los principales beneficiarios de esta vuelta a las andadas serían socialistas y populares. PSOE, UP y PNV podrían alcanzar ahora mayoría absoluta. Vox combate encuestas desalentadoras, como la última publicada por ABC, con una por encargo, a la medida, donde, en lugar de aminorar su presencia en el Congreso, tendencia generalizada atribuida al partido de Abascal por distintos estudios demoscópicos, le otorgaría hasta una decena larga más de escaños. Pero, ¿no decían que, con menor participación de las izquierdas, sería altamente posible una mayoría cualificada, a la andaluza, del tridente derechista? Hay que doler de la vida hasta creer. Tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
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