Según informó hoy la Guardia Civil, los detenidos en la denominada operación 'Archer' se dedicaban a la compraventa de vehículos usados y llegaron a transferir de forma ilícita cerca de 800.000 euros desde cuentas bancarias de España a otras de la República Centroafricana.
El objetivo de estas transacciones era transformar en diamantes en bruto los fondos obtenidos ilegalmente con la compraventa de vehículos. Para dificultar el seguimiento del dinero, adquirían cheques bancarios al portador que posteriormente eran ingresados en otras cuentas de la propia red.
Tras varias transferencias de dinero por distintas entidades bancarias españolas, el capital era enviado a la República Centroafricana para la adquisición de los diamantes y su posterior importación y comercialización en Europa. Con la desarticulación de la organización, la Guardia Civil ha frustrado una operación clandestina de contrabando de diamantes en bruto.
COMERCIO DE DIAMANTES EN BRUTO
Según el Instituto Armado, cuando los diamantes en bruto proceden de países o zonas controladas por facciones opuestas a gobiernos o regímenes legítimos, las organizaciones que adquieren ilícitamente estas piedras pueden estar favoreciendo conflictos militares contra dichos gobiernos.
El comercio de diamantes en bruto se encuentra regulado por el denominado 'proceso de Kimberley'. Esta regulación legislativa y los registros documentales existentes sobre los importadores de este producto han permitido a los investigadores determinar que la organización ahora desmantelada no había llegado a importar las piedras preciosas a la Unión Europea.
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