Hoy está prevista una reunión de los consejeros de Presidencia y de Salud de la Junta con el alcalde para limar asperezas y mejorar la coordinación entre ambas Administraciones frente al brote de listeriosis que ha afectado a más de 200 personas y causado, presuntamente, tres muertes y el aborto de varias embarazadas. Los interlocutores llegan con el paso cambiado. Mientras la Junta ha pasado de acusar al Ayuntamiento de deslealtad y darle información a cuentagotas a destacar la “comunicación, fluidez y colaboración” entre ambas partes, Espadas ha sacado las uñas al calificar de “intolerables, infundadas y precipitadas” las críticas del Gobierno andaluz a la gestión del Consistorio, después de haberse mordido la lengua durante tres semanas pese a los descalificativos previos de, especialmente, el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo.
Hay que subrayar que los técnicos de ambas Administraciones han trabajado duramente y codo con codo para afrontar lo realmente importante: la detección e inmovilización de la carne contaminada y la atención a las personas infectadas. Sólo las inoportunas declaraciones de los políticos buscando cabezas de turco ajenos han enturbiado este ambiente de cooperación, esencial en una crisis alimentaria. Confiemos en que impere la lealtad institucional y en que ambas Administraciones no acaben luchando entre sí sino contra el enemigo común, la listeria.
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