La Sección Tercera de la Audiencia de Provincial de Huelva ha condenado a 10 años de cárcel a los dos hombres acusados de asesinar a un anciano de 77 años en su vivienda de Matalascañas (Huelva) a la que accedieron para hacerse con el dinero de una caja fuerte en mayo de 2015.
Lo ha hecho mediante una sentencia de conformidad alcanzada por las partes antes de la celebración del juicio previsto para hoy, en el que también estaba acusada una tercera persona, la mujer que trabajaba para la víctima, a la que se la impuesto una pena de cuatro años.
A los tres se les aplican las atenuantes de reconocimiento tardío de los hechos y de reparación del daño, después de que hayan consignado este martes 50.000 de los 90.000 euros que han de abonar a la hermana del fallecido, al ser su única heredera, en concepto de responsabilidad civil; el resto lo harán a plazos.
De esta forma, a los dos hombres se les ha condenado a ocho años por un delito del asesinato y a dos más por un delito de robo con violencia en casa habitada -la petición inicial de la Fiscalía era de 25 años en total-; a la mujer se le imponen cuartro años de cárcel por el delito de robo, ya que se le ha retirado la imputación por el de asesinato.
Se considera probado que en mayo de 2015, la condenada mantenía una relación de amistad con la víctima, D.P.S. de 77 años, residente en un chalet de Matalascañas al que ella acudía con frecuencia a visitarlo, mantener relaciones sexuales y ayudarlo con las tareas domésticas recibiendo por ello una gratificación económica.
Esta mujer puso al corriente de las circunstancias de la vivienda y de la existencia de una caja fuerte en la misma a los otros dos procesados, también de nacionalidad rumana.
En este contexto los dos hombres planearon el robo de la vivienda de la víctima, que cometieron entre las 8 y las 12 horas del 13 de mayo de 2015 cuando entraron en el domicilio de D.P. forzando la cerradura de la puerta de atrás y una vez en el interior registraron todas las habitaciones y muebles en busca de objetos de valor.
Al llegar a la caja fuerte y al negarse D.P. a dar la contraseña de esta "lo ataron de pies y manos en posición "hogtie" con gran fuerza con tiras de toalla cortada y la amordazaron con una prenda de ropa que le cubría los orificios respiratorios, impidiéndole una correcta respiración y toda posibilidad de defensa.
Todo ello, mientras le propinaron diversos golpes en la cabeza, cara, brazos y manos sufriendo a consecuencia de estos hechos 57 lesiones en todo el cuerpo que el provocaron la muerte a las 23:00 horas; lograron llevarse la caja fuerte sacándola de la pared haciendo palanca con una barra de hierro.
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