El municipio de Trevélez, en la Alpujarra de Granada, tiene todo preparado para celebrar su tradicional romería, en la que espera reunir a alrededor de medio millar de personas este lunes en la cumbre del Mulhacén en honor a la Virgen de las Nieves.
Así se lo expuso el alcalde de Trevélez, Víctor Expósito Fernández, al delegado de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local de la Junta en Granada, Gustavo Rodríguez, en un encuentro institucional donde ambos animaron a los granadinos y visitantes a participar en la romería más alta de España.
"La romería de Trevélez es un clásico del verano, una oferta cultural y gastronómica que ofrece la oportunidad de adentrarnos en el corazón de la Alpujarra granadina, en sus raíces, y disfrutar de un entorno único en el Parque Nacional de Sierra Nevada", aseguró Rodríguez.
Según informó la Junta en una nota de prensa, los organizadores calculan que alrededor de medio millar de personas asistirán a la misa que se celebrará a las 12,00 horas. El día anterior, el 4 de agosto, se asciende desde Trevélez, haciendo noche en Siete Lagunas, uno de los parajes naturales de mayor belleza y encanto natural de este municipio.
Esta festividad culmina la tarde del 5 de agosto en el Barrio Alto de Trevélez con actividades acuáticas, degustación de migas con sardinas y pipirrana y verbena con música para todas las edades.
Cuenta la tradición que el 5 de agosto de 1717 el beneficiado de Válor, Martín de Mérida, acompañado de su criado Martín de Soto, se dirigía desde la Alpujarra a Granada cuando una dura tormenta se desató súbitamente en medio de un día y un cielo sereno.
Empapados por el agua, ateridos por el frío, y espantados por los relámpagos y truenos, se cobijaron bajo una enorme roca de pizarra, implorando a la Virgen su protección. Su fe pronto obtuvo la respuesta requerida y la ventisca cesó de repente para dar paso a un cielo azul y un resplandor sobrenatural de enorme intensidad.
El culto a la Virgen Blanca se extendió a un lado y a otro de Sierra Nevada. En Trevélez, se le rindió honores oficiando una misa en el Mulhacén en 1912. Su entonces párroco, Francisco Castro Sánchez, concibió la idea de llevar la devoción de su pueblo y de la Alpujarra entera a la cumbre del Mulhacén construyendo una ermita para la Virgen de las Nieves, según cuenta el historiador Manuel Titos.
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