Tres estudiantes de la Universidad de Almería (UAL) quieren cambiar la vida de invidentes y personas con visión reducida con 'Liberty Delta', unas gafas que les permitirán guiarse por el entorno urbano detectando obstáculos puntuales para poder moverse por la calles con más seguridad.
Antonio Daniel Guerreo, estudiante de segundo curso de Ingeniería Electrónica Industrial, ha explicado a Efe que se trata en realidad de "tres dispositivos que van juntos, comenzando por unas gafas con sensores de proximidad que advierten de objetos próximos en la vía pública a las personas que las llevan".
Unos sensores que pueden localizar carteles, motos mal aparcadas y otros obstáculos, y trasladar esta información a unas discretas bandas colocadas en los pies para que el usuario "pueda conocer su posición en función de si vibra el pie derecho o el izquierdo", así como de otros parámetros definidos por sus creadores.
Estos sensores irán conectados por 'bluetooth' -aunque el prototipo con el que trabajan aún utiliza cables- y con un sistema de GPS, con la posibilidad de ampliar las funciones del dispositivo en un futuro mediante la conexión a diferentes bases de datos para ofrecer "más seguridad" a sus usuarios.
El estudiante de segundo de Ingeniería Mecánica, Aidas Dackus, señala que esta iniciativa surgió con motivo del 'Ideas Factory Summit (IF Summit)', que se celebró el pasado 28 de marzo en Sevilla y en el que participaron 18 proyectos de emprendimiento universitario, tres de ellos de la UAL.
"Teníamos que presentar una idea en un minuto y el resto de participantes votaban esas ideas. Eran elegidas nueve y se creaban los grupos. Pasamos a la fase de Sevilla y allí presentamos nuestro proyecto. Luego participamos en la Feria de las Ideas de la UAL, donde conseguimos dos premios, uno al mejor proyecto emprendedor y otro de Verdiblanca", apunta.
En el caso de la asociación de personas con discapacidad Verdiblanca, "Liberty Delta" gustó tanto que fue incluido en el programa del curso de verano 'Innovar para la diversidad: nuevas tecnologías aplicadas a las capacidades diferentes en el siglo XXI', que organizó a primeros de mes la UAL con el patrocinio de Fundación ONCE.
"Liberty Delta" tuvo su origen en unas "zapatillas con GPS", pero pronto sufrirían un cambio en su concepción e incluirían uno de sus elementos más reconocibles, las gafas.
Pero para que ambas partes funcionen de forma coordinada, es preciso contar con diferentes herramientas en las que cada miembro de este pequeño equipo multidisciplinar pone su granito de arena.
Alejandro Pino, estudiante de tercero de Ingeniería Informática, explica que las gafas funcionan en este momento como "un sonar, se envía una onda -de ultrasonidos- y con el tiempo que tarda en volver se calcula la distancia a la que está el obstáculo".
La información de estos sensores de ultrasonidos es traducida por una aplicación móvil intermedia que conecta las gafas con las bandas de los pies, que a su vez emiten un código de emisión: "Es un código de vibraciones. Se mandan pulsos y conforme se acerca al obstáculo, se acelera el ritmo y cuando está muy cerca, es un pulso continuo", incide Pino.
No obstante, aún queda trabajo por hacer como "implementar el bluetooth para eliminar los cables" o cambiar los sensores por otros que no sean sensibles a cambios de temperatura, ruido o viento porque "en este proyecto la precisión es lo más importante".
"Además de como guía urbana, que es nuestro objetivo por ser dónde más problemas hay, puede utilizarse en entornos domésticos y al ser módular, se podrían usar sólo las bandas con una aplicación GPS para que el turista no mire el móvil continuamente por la calle. En el futuro queremos intentar que todo esté conectado a la red de tráfico", concluye Pino.
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