PP, Ciudadanos y Vox lo tienen claro. Da igual lo que prometa el candidato y da lo mismo si el programa es aceptable o no. Casi siempre ha sido así en el Parlamento. Pero hay veces que ese hermetismo entre los bloques se rompe, con temas de terrorismo o de la sucesión de la Corona. Poco más. Ayer el Congreso vivió una sesión predecible. Un discurso político sólido y muy denso del candidato de casi dos horas de duración y con una sensibilidad especial tanto para los temas sensibles que más le duelen a los españoles como los del futuro estratégico para nuestro país. Se puede decir que es el más detallado de los pronunciados desde la tribuna de oradores por un candidato. Sus réplicas han sido antológicas, magistrales y de un valor pedagógico-político difícilmente superables sobre Cataluña y el Brexit.
Los portavoces no se salieron del guión. Los que están en los escaños votarán sin fisuras lo que ordenen sus direcciones. Se puede dar el caso de que Bildu o Esquerra Republicana quieran mañana dar por terminado el pleno cediendo al sí tres de sus diputados. Sería el sorpresón de la legislatura que ahora comienza. Dadas las argumentaciones de la derecha es lo que se merece una derecha que cree tener como misión el simple continuismo de la historia de España. La historia española adolece de años de democracia continuada. Ése es nuestro déficit histórico. La posición de Unidas Podemos va a ser definitiva a lo hora de que haya gobierno en España. Sus 42 votos son oro molido, quizá por eso están demandando el oro... y el moro. La formación del gobierno va a depender de la moderación en lo que se da y en lo que se pide.
Todavía no hay ni gobierno de cooperación ni coalición de gobierno, seguimos con gobierno en funciones y, aún hoy, está abierta la posibilidad de que siga hasta septiembre o hasta noviembre. Y si sigue en noviembre continuará hasta enero para la formación de un nuevo gobierno. Así seguirá el país hasta el infinito, hasta que los ciudadanos “aprendan” a votar. Como no hay ya terrorismo etarra, por la victoria del Estado de Derecho, el recurso de la derecha es el ya manifestado como ilegal por el Tribunal Constitucional y derrotado en las urnas, 155 perpetuo.
El pasado era el terrorismo, lo sustituye el pleito territorial.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
