La Delegación de Deportes que dirige Diego Zambrano va a dar cuenta de una demanda popular largamente esperada: que las escuelas deportivas municipales (EEDDMM) sean de pago y dejen de tener carácter gratuito ya que la falta de compromiso monetario redunda en detrimento de la calidad de la enseñanza que se imparte en las mismas.
Una de las causas que han contribuido a cambiar el sistema de fidelización con los alumnos es la ausencia, en muchos casos, de responsabilidad y seriedad a la hora de cumplir con rigurosidad con las clases, los entrenamientos programados o las competiciones fijadas en el calendario a lo largo de la temporada, al no existir un compromiso de pago que obligue a no faltar a los eventos y no valorarse el carácter gratuito de la enseñanza, una realidad con la que se chocan habitualmente padres, alumnos y monitores y que suele provocar desavenencias entre las partes implicadas.
“Nos demandan que las EEDDMM sean de pago”, señala Zambrano, que advierte del escaso margen de maniobra que ha tenido su delegación para iniciar proyectos en el escaso mes que lleva al frente de la misma, “y ya hay que sacar las escuelas, abrir la bolsa para los monitores, etc. La idea es realizar un estudio de viabilidad y sostenibilidad de las EEDDMM -que bien podría acometer una empresa externa al propio Ayuntamiento-, para saber qué costes acarrean, sin menoscabo de liberar al Ayuntamiento de su obligación y deber de promocionar el deporte”, aclara el delegado, que considera que “el Ayuntamiento no pretende ganar dinero sino dignificar y potenciar la práctica deportiva mediante el compromiso con los padres”.
La idea es que se establezca un pago único al inicio del curso, que podría ser de 10 a 30 euros según el deporte elegido.
Posteriormente, el alcalde Isidoro Gambín también ha señalado que la Ley le obliga a imponer un precio que será aprobado definitivamente con la revisión de las ordenanzas fiscales.
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