“Nos tienen aburridos; ya no sabemos qué hacer”, señala al otro lado del teléfono el encargado del parking subterráneo que gestiona la empresa concesionaria Empark en la Alameda Vieja, ante la oleada de vandalismo que azota al aparcamiento desde hace aproximadamente dos meses. Nunca en las casi cuatro décadas que llevan abiertas estas instalaciones habían tenido episodios como los que están viviendo, más allá del robo puntual de papel higiénico de los baños “los domingos de rastrillo” y otras trastadas que ahora resultan anecdóticas.
Además de romper la puerta a pedazos de uno de los baños de caballero -donde creen que consumen drogas- y algún sanitario, los vándalos han hecho sus necesidades en el lavabo, en el mismo ascensor, o incluso detrás dejunto a algún que otro coche estacionado, mientras que también hay noches que pernoctan en las escaleras.
Sospechan de un grupo de jóvenes, entre los que no descartan que haya menores, de nacionalidad marroquí, que con frecuencia acuden al parking una vez que la tarde está avanzada. Aprovechan que a a partir de las siete de la tarde ya no hay presencia física de personal en el parking y procuran esquivar las cámaras de videovigilancia. “Todo apunta a que son ellos, porque desde que se les ve más por aquí es cuando ha pasado todo esto”, explica. Desde ese momento, para acceder al interior, basta con llamar a un interfono que gestiona una empresa externa a Empark, y es entonces cuando irrumpen dentro con mochilas y paran durante buena parte de la tarde-noche, quedándose a dormir incluso en más de una ocasión.
De hecho, como señala el encargado, los han pillado prácticamente in fraganti, tanto en el ascensor como a través de las cámaras de seguridad, y les han llegado a llamar la atención, haciéndoles caso omiso.
Así se lo han trasladado a la Policía Nacional, que en los últimos días han acudido a inspeccionar las dependencias y les han pedido que den aviso a los efectivos en el momento en el que presencien este tipo de acciones, después de que a los trabajadores les hayan llegado quejas incluso de los propios usuarios, con los que en algunos casos este grupo de sujetos se han llegado a poner agresivos, amenazándoles incluso cuando les han recriminado su comportamiento.
Pero no sólo el parking está siendo objeto de estos actos vandálicos, sino que suelen parar en el mirador de la Alameda Vieja, donde suelen reunirse, presuntamente para consumir drogas, según relatan.
Ahora sólo esperan que tras el aviso a la Policía Nacional y la presencia de los agentes en las dependencias todo se calme.
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