El Loco de la salina

No lo puedo entender

Total, que entre tantas leyes y tanto rollo, La Isla sigue muerta y sin salir del siglo pasado.

Publicado: 01/07/2019 ·
01:18
· Actualizado: 01/07/2019 · 01:18
Autor

Paco Melero

Licenciado en Filología Hispánica y con un punto de locura por la Lengua Latina y su evolución hasta nuestros días.

El Loco de la salina

Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

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Como el director del manicomio nos recomienda que refresquemos nuestros averiados cocos en la playa porque eso es santa medicina, allá que me he ido a Camposoto a ver si mejoro un poquito. Por la movida que hay allí, parece que están liados con la construcción de un carril bici, y ahora mismito deben estar como locos buscando ciclistas para darle sentido a la obra, mientras los coches se parten la cara buscando un imposible aparcamiento. Me quedé en la primera curva y menos mal que allí estaban preparados los gorrillas para indicarme dónde debía aparcar, por si yo no lo sabía, lo que me costó un euro por tan duro trabajo. No puedo entender que, cuando ya está el aparcamiento lleno de coches, se vayan a su casa con mi euro en el bolsillo y yo me quede en la playa con cara de tonto y con un euro menos en el bolsillo. Iba tan cargado con las sillas, la bolsa de la comida, la sombrilla, la sandía y mil cosas más, que no me fijé en el primer cartelito que me avisaba de un peligro espantoso.

Sin embargo, el segundo cartel era más grande y mis ojos se clavaron en él. Dejé mi cargamento en el suelo y leí: CAMPO DE TIRO ¡PELIGRO! PROHIBIDO EL PASO. LEY 8/75. DECRETO 689/78 Fondo amarillo y todo con letras mayúsculas y negras, excepto lo del peligro que está en rojo llamativo. Seguí mi camino y había otros tres carteles más con la misma historia. Ante tanta insistencia reflexioné, cosa poco habitual en mí, y terminé diciendo que no lo podía entender. ¿Por qué se tiene tanto interés en que los perros vayan a la playa y no se pone el mismo interés en que la gente lea la Ley 8/75 y el Decreto 689/78? No sé por qué no se reparte en la playa el Boletín Oficial del Estado correspondiente. Ya sé que es un poco molesto tener que leerse el Boletín en la playa, pero es que es la mejor forma de que el personal se entere de por qué le siguen robando un par de maravillosos kilómetros por la misma cara.

Esa Ley salió en el año 1975. Entonces, Franco vivía, aunque ya Arias Navarro entrenaba la cara para dar la triste noticia (triste para él y para unos cuantos evidentemente). Estamos hablando de hace casi 45 años. El Decreto 689/78 es todavía más cansino si cabe. Después de tomarme el tarro de pastillas entero y un suplemento de Nolotil, ya he conseguido leerlo por encima. Es de hace casi 40 años. Sin embargo sería bonito que cada bañista tuviera una copia de esas inenarrables páginas del BOE, en las que por ejemplo se señalan todas las multas en pesetas. Y yo me pregunto a mí mismo que, si no hago caso de los carteles, de dónde iba yo a sacar las pesetas para pagar la multa que me iban a echar. Total, que entre tantas leyes y tanto rollo, La Isla sigue muerta y sin salir del siglo pasado. Y los cañaíllas, que ven que los políticos solamente tienen puestos sus cinco sentidos en mantenerse en el sitio y en subirse sus propios sueldos, siguen sin tirarse a la calle a luchar por lo que es de ellos.  

La cuestión es que no se puede traspasar esa línea de la playa, porque, si no se ha traspasado nunca, ¿por qué se va a traspasar ahora? Sin embargo ya podemos dormir tranquilos, porque la defensa nacional está en buenas manos.

¿No es para darse un chocazo en la pared?

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