El verano, que suele ser una estación con temperaturas extremas en Sevilla, comenzó oficialmente en España el viernes 21 de junio a las 17:54 horas, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, pero la colocación de los clásicos toldos para protegerse de los rayos del sol y ganar espacios de sombra no empezó en las calles comerciales del Centro hasta el pasado lunes, día 24. Por tanto, la primera gran ola de calor que anuncian los meteorólogos y que va a poner a casi todo el país en situación de alerta climática por previsión de temperaturas muy superiores a los 40 grados, con registros sin precedentes en algunas regiones, va a sorprender a Sevilla sin la plena instalación de los toldos protectores.
El plan consiste en instarlos, con un presupuesto de unos 150.000 euros, en veinticinco calles del Casco Antiguo. Como el plazo máximo dado por el Ayuntamiento a la empresa instaladora es de 45 días, nos podemos encontrar con que el montaje se pueda prolongar hasta la segunda semana del mes de agosto. Salvando las distancias y a título meramente comparativo, la Junta de Andalucía activó el Plan Infoca contra los incendios forestales el 14 de junio. Es incomprensible que en una ciudad como la nuestra, caracterizada por los rigores climáticos estivales, el montaje de los toldos no sólo no esté listo para antes de la entrada del verano, sino que se retrase cada año que pasa.
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