Ecologistas en Acción ha puesto en duda la seguridad de reiniciar los trabajos en la corta de Cobre Las Cruces, tras el derrumbe de enero de 2019, porque "no existe una situación de estabilidad que permita el reinicio de trabajos de explotación en la corta minera".
Además, en una nota, la organización ha señalado que el pasado 10 de mayo, durante los trabajos de remediación del colapso de enero, se detectaron nuevas grietas en el fondo de la corta minera.
Ha recordado que los informes y trabajos realizados por la empresa Subterra, contratado por Cobre Las Cruces y dirigida por el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía (Etsime) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), José Miguel Galera Fernández, restaron importancia a una importante grieta que apareció en la zona norte de la corte minera el 25 de octubre de 2018. Sin embargo, un mes después, el 23 de enero de 2019, toda esa zona norte colapsó, moviendo diez millones de metros cúbicos hacia el interior de la corta minera.
Y ello, a pesar de que una de las causas fundamentales del colapso de enero de 2019 es la misma que había provocado la grieta de octubre de 2018, la realización de sondeos dentro del Sistema de Drenaje Reinyección (SDR) "con aporte de agua a un plano de estratificación principal a la cota -45 msnm".
De hecho, en las conclusiones de un informe realizado en marzo de 2019 por el profesor Ricardo Laín, también de la Etsime de la UPM, se pone de manifiesto que "el talud Norte de la corta de Las Cruces cumplía todas las condiciones para que tuviera lugar una rotura plana a través de uno de los planos de estratificación" y que "el plano que delimitó por el Este el deslizamiento, que era bastante singular tanto por su tamaño como por su curvatura, se empezó a desarrollar el 25 de octubre de 2018, sin detectarse en toda su longitud".
De esta manera, Ecologistas en Acción ha afirmado que es "evidente" que, tras la aparición de la grieta del 25 de octubre de 2018, "no se tomaron las medidas adecuadas para frenar la entrada de agua en la grieta, lo que hubiera evitado el colapso del 23 de enero de 2019".
En los informes y notas técnicas realizados hasta la fecha por los profesores de la UPM, Galera y Laín, para analizar las causas del colapso de enero de 2019, "no se ha analizado la influencia de la masiva detracción ilegal de aguas subterráneas producida por Cobre Las Cruces desde 2009 de manera ininterrumpida". Además, señala que "tampoco se ha analizado la influencia de la construcción de una rampa y galería subterránea situada justo debajo de la zona del colapso".
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