Menús escolares de más calidad y, además, elaborados con productos del entorno del propio centro educativo y por pequeñas y medianas empresas de estas localidades. Éste es el compromiso de la Consejería de Educación, que ha modificado los pliegos de contratación de este servicio, empezando por 364 colegios y beneficiando a 39.930 alumnos.
El objetivo es “garantizar que los alumnos pueden comer mejor y con un menú de calidad”, ha explicado el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno. Para ello se apostará por una mayor utilización de productos locales y se hará un programa de seguimiento y rechazo de menús, para identificar qué platos no son aceptados por el alumnado e intentar detectar las causas.
Uno de los pilares del nuevo sistema es que se abre a las pymes, para lo que se reduce la escala de contratación, de manera que el 43% de los 100 lotes licitados son para un único centro escolar. De esta manera, la exigencia de solvencia económica y técnica no supondrá una barrera de entrada para la participación de pequeñas y medianas empresas.
Junto a esto, también se puntúa al alza la cercanía de las cocinas donde se producen los menús. Hasta ahora se concedían 10 puntos por este criterio y a partir de ahora serán 30, lo que se justifica con el menor impacto ambiental de la actividad cuanto más cerca esté del centro al que abastece.
Las empresas también tendrán que realizar un programa pedagógico, con actividades en los tiempos de ocio anteriores o posteriores a la comida. La idea es que, a través sobre todo de actividades lúdicas, los escolares aprendan los beneficios de una alimentación saludable y la importancia de la actividad física.
Estos 364 centros en los que se va a contratar en base a las nuevas condiciones (para los dos próximos cursos y con un presupuesto de 33,8 millones de euros) representan el 18,7% de los 1.938 que hay en toda Andalucía con el servicio de comedor, que progresivamente se irán incorporando. En total son más de 193.000 los escolares que ahora se benefician de la posibilidad de comer en su centro por un precio de 4,38 euros diarios, que se mantiene como también unas ayudas en función de la renta que pueden llegar a la gratuidad total.
Los pliegos de condiciones de los contratos exigen la presencia diaria de verdura y fruta fresca, el uso de aceite de oliva virgen extra y una mayor proporción de pescado que de carnes. Junto a ello, la limitación de alimentos precocinados y fritos y la preferencia por la dieta mediterránea, así como por los productos ecológicos.
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