Hace cuatro años, cuando fue elegido alcalde por primera vez, Juan Espadas dirigió en su discurso de investidura un mensaje especial a los 85.694 parados sevillanos (en realidad el Servicio Andaluz de Empleo había cerrado el mes anterior, mayo de 2015, con 84.470) y a sus familias; a aquéllos que “llevan años buscando un puesto de trabajo; a esos hogares -añadió- que tienen que recurrir a ayudas sociales urgentes porque carecen de recursos; a quienes no pueden pagar la luz, el agua o el gas; a quienes no pueden mantener una vivienda”. Y les dijo: “sois mi prioridad; sois la prioridad de este gobierno; y sois la prioridad de esta nueva corporación municipal” .
Afortunadamente, la lacra del desempleo se ha reducido en un 20% durante el recién concluido mandato municipal, aunque aún hoy hay 67.103 personas desocupadas en la ciudad. Por eso, mitigado al menos este gravísimo problema, al cabo de cuatro años Espadas ha cambiado el orden de prioridades en su segundo discurso de investidura como alcalde. Ahora, el primer objetivo que se ha puesto son los barrios con necesidades de transformación social. Y es que teniendo Sevilla siete barrios entre los quince más pobres de España, los esfuerzos del nuevo gobierno local deben concentrarse en sacarlos de ese lamentable ránking. Ese, mucho más que cualquier infraestructura, ha de ser el Plan Estratégico de Espadas para 2019-2023.
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