Andalucía

Presupuestos: una tormenta por dos semanas

Los pactos postelectorales nacionales arrollan a las cuentas andaluzas y evidencian la mala gestión de los tiempos por el Gobierno de Juanma Moreno

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  • Diputados de Vox el jueves al registrar la enmienda a la totalidad a los presupuestos. -
  • Un retraso de sólo 15 días habría allanado el camino y evitado el actual bloqueo de la situación
  • La decisión de Vox de renegar de la fórmula andaluza ha dinamitado el equilibrio de alianzas
  • La reunión entre Cs y Vox en Madrid evidencia una vez más lo efímeras que son las líneas rojas

El presupuesto de la Junta para 2019 entra en sus días decisivos, y lo hace con tres sensaciones: la primera, que ahora mismo nadie pone la mano en el fuego sobre cómo va a respirar Vox, y la segunda que la capitalidad política de Andalucía vuelve a estar instalada en Madrid, porque las cuentas son rehenes de los pactos nacionales que se cuecen para el reparto de ayuntamientos y comunidades, por encima de todo los de la propia Madrid. Y la tercera, y derivado de lo anterior, es que tras mucho especular con la fecha de presentación de los presupuestos, al final están siendo víctimas de la mala gestión de los tiempos que al final ha hecho el Gobierno andaluz.

La cuestión es tan sencilla como que la vorágine postelectoral lo ha desvirtuado todo. El presupuesto llegó a la Cámara el 31 de mayo, cinco días después de los comicios, y las tres enmiendas a la totalidad presentadas (por PSOE, Adelante Andalucía y Vox) se votarán este miércoles, 12 de junio, tres días antes de la constitución de los gobiernos municipales.

Es decir, que con retrasar su presentación un par de semanas se habría evitado este escenario, ya que para entonces estarían formados los ayuntamientos y, asociados a ellos, se habrían sellado muchos de los pactos para unas comunidades autónomas que celebrarán la investidura de sus presidentes en julio. En muchos casos los pactos municipales y autonómicos van de la mano, de ahí el frenesí de estos días, que vivirán el sábado la toma de posesión de los alcaldes y el martes, sin ir más lejos, la constitución de la Asamblea de Madrid.

La fecha de presentación del presupuesto para 2019 fue uno de los debates que acompañó al Gobierno de Juanma Moreno (PP) desde que nació a finales de enero. Desde el principio, la oposición mantuvo la acusación de que el Ejecutivo no tenía prisas porque no quería que se vieran los recortes que, a su juicio, iba a recoger antes de que se celebraran las elecciones de abril y mayo. Finalmente, el Gobierno PP-Cs anunció que los entregaría antes de junio (lo hizo el 31 de mayo) tras, eso sí, vender a bombo y platillo las mayores partidas inversoras justo en las fechas previas a los comicios locales.

Todo parecía ir viento en popa, pero con lo que no se contó fue con que Vox iba a dar por liquidada la fórmula andaluza cuando ni siquiera había cumplido medio año. Ahora los de Santiago Abascal dicen que ese modelo no funciona, que PP y Cs les engañan en Andalucía y que, para evitar nuevas malas experiencias, exigen entrar en los gobiernos que respalden. Así que, sobre el papel, se acabó lo de apoyar desde fuera, lo que a su vez a Cs le servía para hacer equilibrios con que no pacta con la ultraderecha, que eso es cosa del PP.

Líneas rojas

De esta manera, el presupuesto ha quedado en medio de este fuego cruzado, con Vox reconociendo sin pudor en Madrid que está vinculado al resto de pactos. Y Cs en Madrid diciendo que no se sienta con Vox, y Vox en Andalucía (por imposición de Madrid) exigiendo sentarse con Cs. Una arquitectura de líneas rojas muy efímera, como demuestra la reunión de este domingo... entre Cs y Vox en Madrid.

¿Significa esto que Cs está dispuesto a verse con Vox para desbloquear el presupuesto? Por ahora no, aunque ocurre lo dicho, que nadie pone ya la mano en el fuego por nadie. Dependerá de la presión que estén dispuestos a soportar los naranjas, que por ahora han evidenciado menos angustia que el PP por sacar adelante unas cuentas que, por dos semanas, se ven inmersas en este temporal.

Y mientras PP, Cs y Vox siguen con su tira y afloja con el presupuesto, tanto el PSOE como Adelante Andalucía tienen muy claro que todo es una escenificación y que al final habrá fumata blanca. Así que el parlamentario socialista Rodrigo Sánchez Haro lo que volvía a preguntar este domingo al Gobierno andaluz es “qué va a entregar a Vox a cambio de su 'sí' en el Presupuesto de 2019”. Para Sánchez Haro, además, el bloqueo que se vive en estos momentos evidencia que el Gobierno “de las derechas” ha quedado “amortizado en tan sólo cinco meses, el tiempo que le ha dejado la ultraderecha”.

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