La ciudad de Jaén alberga, además de las potencialidades, pendientes de puesta en valor, que encierra nuestra Judería, una interesante historia judeoconversa que es susceptible de ser sumada a la de la Judería propiamente dicha si bien, territorialmente hablando, es más amplia.
En este sentido y seguramente el Laboratorio de Estudios Judeoconversos de la Universidad de Córdoba dará nuevas luces a las muchas sombras que aún oscurecen el conocimiento pleno de nuestro pasado histórico. Precisamente un artículo del investigador Félix Marina Bellido, que al parecer será ampliado en el futuro, trata sobre una de las familias judeoconversas de Jaén que pasó de un inicial enfrentamiento con la Inquisición a un gran ascenso social posterior, ocupando sus miembros destacados oficios municipales y eclesiásticos. Hablo de la familia “Soria”.
El linaje en nuestra ciudad comienza con Rodrigo de Soria, que se traslada a Jaén capital, desde Arjona, tratando de correr un tupido velo ante la condena inquisitorial sobre su mujer, ya fallecida, Isabel Núñez. Sus hijos prosperarán extraordinariamente. Tanto destacarán que volverán a ser denunciados ante el Tribunal de la Inquisición por algunos de sus deudores (actuaron como banqueros, prestamistas y recaudadores de rentas, entre otros oficios).
De este pasado perviven espacios relacionados con sus vidas. El Palacio del Conde de Villardompardo, en el que Juan López de Soria y su hijo Rodrigo de Soria, nieto y biznieto del primer Soria en Jaén, fueron mayordomos de D. Fernando de Torres y Portugal, es decir, administradores de la economía y finanzas de esa casa condal, encontrando refugio ante la atenta vigilancia inquisitorial y reconstruyendo el poder y la situación que los Soria habían alcanzado en la ciudad de Jaén antes de las denuncias.
Con el tiempo una estrategia familiar harán que se defiendan como descendientes de uno de los Doce Linajes de Soria, oriundos de dicha ciudad homónima, justificando una limpieza de sangre a través del soborno a varios caballeros de dicha institución y adscribiendo falsamente a los Soria de Jaén con la familia soriana de los Vera. Una jugada perfecta con la que pasan a apellidarse “Soria Vera” y se borra cualquier vestigio judío de su pasado. Y de ahí a enlazar matrimonialmente con algunas de las familias más importantes de Jaén a nivel económico y social, pues un paso.
“La familia Soria Vera”, de Félix Marina Bellido, es un artículo que considero botón de muestra de lo mucho que puede aparecer próximamente en torno a estos estudios de linajes de origen judeoconverso en Jaén. Una historia oculta hasta ahora para la mayoría pero que, poco a poco, puede ir dándonos visiones nuevas de un pasado tan intercultural como lo somos nosotros mismos.
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