Por más que caigamos en el intento, por más que perdamos la batalla, por más que luchemos y no encontremos lo que esperamos, hay que seguir batallando y peleando por lo que uno quiere, por los objetivos que te plantees, por alcanzar la meta. La vida a veces nos presenta pruebas que debemos ir superando, pruebas que a veces, se nos complican. Por A o por B, incluso hasta por C. Y a veces no encontramos la solución o el por qué se nos complica. Pero nunca debemos tirar la toalla porque cuando más cerca estamos, más aún si cabe hay que luchar. Y por más que quieran arrebatarte lo que es tuyo, por más que te tropieces con las piedras del camino, si estás convencido, si trabajas, si lo luchas como un buen guerrero, será tuyo. Sin posibilidad de que nadie manche tu sendero, te desvíe en tu camino o ponga más piedras en este. Porque nosotros somos lo que cada día hacemos, lo que construimos, lo que peleamos, lo que buscamos, lo que sembramos. Somos una suma de todas estas causas que cada día se nos presentan. Porque es muy fácil decir que algo es inalcanzable cuando ni siquiera has dado el primer paso para ir a por ello. Por eso sigue cada día a pie de cañón, ve dando todos los pasos que te acerquen a tu objetivo, porque nada está lejos si empiezas ahora mismo a caminar.
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