Vox no le va a poner las cosas fáciles a la Junta para aprobar sus presupuestos, y así lo han dejado claro en su primera valoración de los mismos: reclaman su devolución, anuncian una enmienda a la totalidad y exigen sentarse con PP y Cs para negociar, todo ello derivado de que consideran que no estamos de verdad ante unas cuentas del cambio, “son un mero ejercicio de continuidad”. “Es un presupuesto que perfectamente podría haber presentado un gobierno de PSOE y Cs” y que, por lo tanto, “se aleja de todo lo que se decía que se iba a hacer por parte de este Gobierno”.
Así que, con estos mimbres, dan por hecha la enmienda a la totalidad, básicamente porque los tiempos son muy cortos y sólo hay hasta el jueves para presentarla. ¿Si se cambia algo podría evitarse este rechazo absoluto? “Es que más que de partidas es una cuestión de espíritu”, ha sentenciado el portavoz parlamentario de Vox, Alejandro Hernández.
Pese a lo aparatoso de la iniciativa, esto no significa automáticamente que se tumban los presupuestos y que el Gobierno tenga que rehacerlos por completo. Para ello, PSOE y Adelante tendrían que respaldar la enmienda a la totalidad de Vox, algo que no parece muy factible, o bien Vox abstenerse en la que presenten las dos formaciones de izquierdas, una puerta que no cierran del todo pero que hoy por hoy no parece tampoco factible.
Como las enmiendas a la totalidad de las diferentes formaciones no se suman, sino que se votan individualmente, lo previsible es que el presupuesto continúe su tramitación parlamentaria, lo que le daría a Vox más o menos un mes para negociar con el Gobierno y empezar a introducir sus enmiendas. El objetivo de la Junta es validar las cuentas en julio, y hasta entonces habría tiempo.
Lo que sí ha variado en el discurso de la formación ultraconservadora es que quiere sentarse a negociar con el Gobierno, que está formado por dos partidos. “PP y Cs tendrán que negociar los dos con nosotros y tendrán que hacer cumplir los acuerdos que tenemos firmados”, el documento con 37 puntos que Vox suscribió con el PP para investir a Juanma Moreno, pero ahora también exigen interlocución directa con Cs alegando que si no es así cómo van a tratar cuestiones de consejerías que gestiona la formación naranja.
En lo que también insisten es en que su crítica a las cuentes es global, absoluta, “o ponemos encima de la mesa el presupuesto que necesita Andalucía o tendrán que buscar el apoyo de otro grupo”. En definitiva, que “estamos esperando un gesto del Gobierno que se dice del cambio para cambiar de verdad, no para maquillar las políticas”.
Lo que también reiteran es que este pie en pared que hacen “es lo que venimos diciendo desde hace tiempo, esto no es un giro de 180 grados sino que estábamos advirtiendo al Gobierno de la Junta”. No es un farol, apostillan. Lo que es cierto es que se levanta el telón y empieza la negociación real de los presupuestos y que Vox está decidido a dejar su huella en ellos, la cuestión ahora es ver hasta dónde está dispuesto a tensar la cuerda.
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