La historia se repite un año más. Los malos resultados cosechados en la primera vuelta de la temporada, que supusieron la dimisión del entrenador Antonio Flor y de su equipo técnico, han arrastrado la impresionante segunda vuelta, en la que el Racing se ha proclamado campeón, con Javier Otero al frente de la escuadra rojiblanca, que pese a estar una semana en puestos de ascenso directo, la victoria de ayer del C.D. Rivera ante el segundo por la cola les aupó a la tercera posición, dejando al equipo portuense a solo un punto de lograr un objetivo que, por segundo año consecutivo, se antoja imposible.
La única esperanza para el decano del fútbol portuense pasa por un ascenso administrativo si se produjeran cambios en categorías superiores, alguna retirada de equipos de segunda andaluza o alguna carambola en los despachos, pero el objetivo de conseguirlo en los terrenos de juego se ha convertido en inalcanzable, quedando muy alejada la faceta deportiva racinguista de la dimensión institucional, que cada día se afana en recuperar la historia del primer equipo de la ciudad y devolver al club donde estaba.
Ahora se abre un tiempo de espera y reflexión en el seno de la entidad del José del Cuvillo. Habrá que evaluar la jornada, resultados y presupuesto empleado y se comenzarán a tomar las primeras decisiones para preparar de forma más acertada la temporada 2019/2020, campaña de abonados y reapertura del Estadio a sabiendas que el racinguismo siempre acompañará a su equipo en las duras y en las maduras, que nunca ha abandonado al Racing Club Portuense.
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