Un levante de cuatro años le sopló en la carita, pero aquí no se muda la tragedia, ni nos adaptamos a los pesares ni convertimos las miserias en benditos carnavales porque ni la esencia ni la identidad se recuperaron.
Es lo que tiene la falsa izquierda del PSOE. La izquierda asistencialista de señoritos que confunden políticas dirigidas a la creación de empleo con subvencionar asociaciones que realizan funciones que corresponden a la administración pública, a las migajas de unos planes de empleo de seis meses o un año a través de la Junta y a una administración de deficiente, nefasta, pero cómoda para funcionarios que cobran suplementos y bonificaciones por cumplir con sus obligaciones.
Un levante de cuatro años que ha dejado al descubierto la basura en sus calles, contratos más caros con las concesionarias, los márgenes del río más deteriorados, un parking sin acabar, con una entrada a la ciudad lamentable y con baches repartidos estratégicamente por todas las calles portuenses, con menos árboles y sin intención de repoblar, con un casco histórico y sus casas palacios pendientes de sentencia mientras se sigue fomentando el desarrollo comercial y precario del perímetro.
El próximo 26 de mayo espero que se vaya, que no siga siendo alcalde porque un hombre cobarde no conquista mujer bonita, El Puerto no se lo merece. No se merece a un cobarde que se esconde detrás de concejales necesitados de un sueldo y que muestran de forma vergonzosa que no saben que están gestionando y administrando una ciudad de casi noventa mil habitantes.
Un cobarde incapaz de reconocer lo que fue capaz de escribir en un correo a su jefe de trabajo en la administración paralela “Marca PSOE”. Un mentiroso que va diciendo que ha recuperado el centro y no ha firmado ni el primer informe necesario para el plan del casco histórico. Un inepto que tiene de plazo hasta 2020 para poner en marcha la Edusi, más de 10 millones de euros para El Puerto, mientras sus concejales, muy arregladitos y guapos en la presentación del proyecto en el Cortijo, a día de hoy no saben qué es, y creen que la Edusi juega al bingo en la Puntilla todos los veranos. Incapaz de hacer seguimiento a la empresa Plasticur que adquirió por dos millones de euros los terrenos de Visteón y que debía servir para crear más de 300 puestos de trabajo y ser penalizados si no cumplían.
El Puerto no lo merece. No se merece un cobarde.
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