En el mundo del cereal, una vez ablentada la trilla, se debe cribar para separar la granza del grano, para evitar que se nos introduzcan elementos indeseados. Pues bien, el Partido Popular, sin competencia en la derecha, fue un producto sin cribar, con bastante desecho dentro. Un partido necesario, que es parte del estado, que llega a todas las instituciones, debería haber introducido algún tipo de tamiz, o cedazo para eliminar la granza y así evitar que la Justicia lo esté haciendo por él.
En obra civil, en el mundo de los áridos, se usan los tamices para separar los diferentes materiales, atendiendo a sus usos. La fragmentación del Partido Popular en tres partidos, podría haberse hecho pasando por los diferentes tamices a sus militantes y líderes. Así los que solo vieran banderas y enemigos de España, pues al silo de la Extrema derecha. Para los que fueron la oferta centrada y esperanza de las clases medias urbanas ante la corrupción, pues al de Ciudadanos. En el tamiz superior quedan los fieles a las siglas, los de las lealtades personales y ahí estaría el PP. Pero esto no ocurrió, pues la criba no funcionó.
En la plaza de Colón se mezclaron como un “todo uno”, los de centro rivalizaban para ser más de derechas que nadie, los antiguos socialdemócratas, luego liberales, terminaron como portaestandarte con los más extremistas. Pero no contentos ante el desastre electoral, en dos días viraron sin pudor para el centro. Los únicos, los más coherentes dentro de su delirio, los de la extrema derecha, los “asusta progres”, se mantuvieron con sus toros y su bandera que por cierto es de todos. Ciudadanos y PP pues tal que una veleta sobre rodamientos, “ahora pacá, ahora pallá”.
Y todo esto sin ideas, sin planes, solo con eslogan, con mucha demagogia, bastante tactismo y nada de estrategia. Mucho 155 y guardia civil y nada de dialogo ni de futuro. Mucha bajada de impuestos sin decir dónde iban a recortar prestaciones. Nunca una bandera tapó tanta incompetencia.
Anuncian renovación e ideas en Jaén y presentan al mismo candidato que nos hizo ganar el pódium de la ciudad más sucia y con mayor deuda, incapaz de gestionar la aprobación del PGOU después de 8 años.
A los liberales que siguen empeñados en hacernos creer que ganar 130.000 euros al año es ser clase media, pues me temo que siguen siendo incapaces de parar tanto arribista y oportunista como se les viene encima, la experiencia de hace 4 años nunca pudo ser más nefasta, tres fallos de tres concejales electos.
Precisamos ideas, planificación, un programa electoral creíble, para una ciudad arruinada.
La alarma no ha pasado, aun nos sobrevuela, hay que mantener la participación del pasado 28A y volver a reeditarla el próximo 26 de Mayo en las elecciones Municipales y Europeas.
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