Las técnicas de reproducción asistida son cada vez más necesarias para lograr un embarazo. Factores como el retraso en la edad a la que las mujeres deciden ser madres hacen aumentar los problemas de fertilidad y, al mismo tiempo, impulsan la innovación en un ámbito sanitario en crecimiento.
Entre el abanico de técnicas de reproducción asistida disponibles, la Fecundación In Vitro (FIV) a partir de óvulos aportados por una donante se está consolidando como una opción en ascenso, gracias a su alto porcentaje de éxito.
Según datos aportados por Marina Blanco, bióloga de la clínica onubense Fertimed, aproximadamente el 40% de los ciclos de FIV que realizan en su centro recurren a la ovodonación y esta “ha aumentado en torno a un 20% en los últimos diez años”.
Blanco aclara que la ovodonación no es la técnica de reproducción más común sino aquella a la que se recurre en los casos en los que la inseminación artificial y la FIV con óvulos propios no son posibles o no dan resultado.
En esas situaciones la ovodonación se constituye como una alternativa donde la probabilidad de éxito asciende hasta un 60% ya que, como explica Blanco, se utilizan óvulos que proceden de mujeres sanas y jóvenes, de entre 18 y 35 años como máximo.
En los últimos años, apunta Blanco, se siguen manteniendo las mismas técnicas en reproducción asistida pero más perfeccionadas. “Cambian cuestiones como los métodos de congelación de óvulos y embriones y hemos conseguido una viabilidad de las células del 100%”, indica.
Este método de reproducción asistida pone en juego otra protagonista en el proyecto de gestar una vida, la donante, que cumple un papel imprescindible. Actualmente, en Huelva sólo es posible donar óvulos de forma privada ya que aunque la Unidad de Técnicas Avanzadas de Reproducción Humana del Hospital Univeristario Juan Ramón Jiménez realiza este tipo de tratamientos lo hace recurriendo a óvulos procedentes de bancos de donantes.
En el Juan Ramón se realizaron en 2018 un total de 8 tratamientos de FIV con óvulos donados mientras que fueron 11 los realizados con óvulos propios y semen de donante.
Donar óvulos es un proceso “sencillo y seguro”, asegura Carmen Garcés, coordinadora de donaciones en Fertimed, centro pionero en Huelva en este tema desde hace más de 16 años. Garcés explica que el proceso comienza comprobando la idoneidad de la donante a través de un estudio analítico y ginecológico. Después, se realiza un tratamiento de estimulación ovárica que consiste en una inyección subcutánea que la donante puede aplicarse ella misma y se va controlando médicamente su estado cada dos días. Cuando los ovocitos tienen el tamaño idóneo se realiza una punción para su extracción. Durante todo el proceso, la donante puede continuar con su rutina habitual.
La donación en Fertimed no se realiza a ciegas sino que la clínica requiere a aquellas donantes voluntarias registradas en su base de datos cuando sus características físicas coinciden con las de la pareja receptora, de manera que los óvulos no van a un banco sino que tienen ya un destinatario asignado.
Garcés indica que el perfil de la mujer que suele donar sus óvulos a Fertimed es el de una joven “universitaria, de unos 20 años” y que presta su colaboración con una motivación altruista.
En este sentido, Blanco apunta que Huelva despunta por su disposición a la colaboración ya que “las parejas que acuden a nosotros no suelen esperar para encontrar donante”.
El hecho de que en España exista una compensación económica -que no pago por venta- para las donantes por el proceso al que se someten para donar, que suele rondar entre 600 y 1.000 euros, también ayuda a las tasas de donación, que se encuentran entre las más elevadas internacionalmente.
Para vencer una posible reticencia a la donación, sostiene Blanco, es importante pensar que las donantes no están entregando un hijo, “están donando una célula, simplemente”, con la satisfacción de “estar permitiendo a una pareja tener una familia”.
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