Con 12 metros de altura, se eleva entre la calle San Miguel y la Cuesta del Tajo y vigila a todo aquel que sube o baja de la playa. La Torre Pimentel es el gran monumento de Torremolinos y el que da nombre a esta ciudad
Construida alrededor del año 1300, fue levantada para formar parte de la amplia red de torres defensivas desarrolladas por los nazaríes por toda la costa sur de la Península Ibérica. Inicialmente conocida como la Torre de los Molinos, nombre con el que aparece en las Ordenanzas de 1497, posteriormente fue denominada como torre de Pimentel, en homenaje a un militar que ayudó a los Reyes Católicos a conquistar Málaga a finales del siglo XV. Además, tuvo una gran importancia para el Reino de Granada, que dominó la provincia de Málaga entre los siglos XIII y XV.
Con una forma casi rectangular, está construida con tapial, cuenta con una base maciza y dos plantas, ventanas y una amplia terraza, desde la que los guardas del Reino de Granada vigilaban la llegada de posibles intrusos por mar.
Rehabilitación
Este monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), no es visitable, ya que su interior está derruido. Así, con el objetivo de convertir esta parte de la historia de la ciudad en un atractivo más, el Ayuntamiento de Torremolinos y el Gobierno, a través de la subvención del 1,5 por ciento cultural del Ministerio de Fomento, trabajan en su rehabilitación.
Como ya se informó el año pasado en el anuncio de las obras, estas actuaciones están enfocadas a detener el proceso de deterioro del monumento, su restauración y puesta en valor como elemento esencial para la comprensión por parte de la población.
Vía pública armonizada
A la Torre Pimentel la rodean numerosos y coloridos carteles de los negocios de sus alrededores. Para cuidar la estética de esta zona tan singular de la localidad, el Ayuntamiento aprobó en el pleno de marzo de este año su primera Ordenanza de Vía Pública.
Las tres zonas a trabajar serán el centro, Cuesta del Tajo y Bajondillo, y La Carihuela, donde, tal y como informó la edil de Urbanismo, Maribel Tocón, “se prestará mayor atención al mobiliario utilizado en cuanto a la calidad de sus elementos, para lo que los establecimientos tendrán un año para su adaptación”. Así, vecinos y visitantes podrán disfrutar bien de la historia.
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