La sociedad de Arcos sigue consternada por el caso de Vicente, un sin techo de Ceuta que reside en la ciudad y que hace unos días recibió una brutal paliza que le mantiene en el hospital de Villamartín con un pronóstico reservado. Fue otro sin techo el que le propinó la paliza que le ocasionó la rotura de varias costillas, numerosos hematomas y heridas en el rostro. El agresor es natural de Ubrique y, al parecer, se encontraba en situación de búsqueda y captura por las fuerzas de seguridad debido a anteriores agresiones.
El suceso tuvo lugar cuando el presunto agresor intentó quitarle una pequeña cocina de gas. En el forcejeo prendió la caseta de madera donde vive Vicente. El humo alertó a los vecinos del parque de La Verbena, que cuando llegaron al lugar fueron testigos de la pelea.
El vendedor del cupón de la ONCE Atanasio Núñez, amigo de Vicente, se ha movilizado para conseguir fondos con los que comprarle una caravana, para darle una vida, si cabe, más digna. En apenas dos días ha recaudado más de 3.000 euros, habiendo logrado además el compromiso del Ayuntamiento se ubicar la caravana en la trasera del antiguo cuartel de la Guardia Civil.
Atanasio explica que “por lo menos Vicente tendrá un techo y una puerta para que nadie le agreda”. El amigo y protector de Vicente ha agradecido públicamente la rápida respuesta de la sociedad arcense a la llamada de solidaridad, en particular de la Asociación Contra el Cáncer de Mama de Arcos (Accamar), que a pesar de sus escasos recursos ha contribuido con una cantidad económica, como lo han hecho numerosos arcenses, entre los que se encuentra el propio alcalde, Isidoro Gambín.
Vicente sobrevive de las limosnas que les dan los clientes del Supermercado Carmela, a cuyas puertas permanece a diario acompañado de sus dos perros. Pernocta en el porche de una caseta de madera del parque de La Verbena, concretamente debajo de una barra. Atanasio cuenta al periódico ‘Viva Arcos’ que “Vicente es muy buena persona, muy educado y servicial, y que no se mete con nadie aunque esté bebido”.
Una amiga de Atanasio se ha hecho cargo de los dos perros de Vicente hasta tanto no se recupere de sus heridas en el hospital. “Los perros son como sus hijos”, explica Atanasio, que admite que Vicente, al vivir con sus perros, no quiere ingresar en un centro de acogida.
Al parecer, en distintas ocasiones los Servicios Sociales le han prestado ayuda, pero él prefiere seguir viviendo como lo hace, con lo justo para sobrevivir, pero siempre con sus animales al lado.
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