Mucho se habla de gente del PP llevando a ancianitos de las residencias a votar, teóricamente lo que ellos les han introducido en el sobre. Ojo, esto es cien por cien real. De lo que se habla menos es del porcentaje de voto por correo de los militares destacados fuera de España, más del 95 %. Compáralo con el porcentaje de españoles migrantes de otras categorías laborales que han querido votar, pero no han podido.
Imaginemos que votan libremente. Imaginemos que, en el estamento militar, al que se le tiene prohibido la sindicación, la huelga y la actividad política, se mantiene realmente una neutralidad política (cosa que sé de primera mano que no es cierta). Imaginemos que es más fácil organizar el voto por correo de los militares destacados fuera de España que el traslado de un infante de marina herido en Alborán, retraso que no tiene ningún tipo de excusa y que afecta directamente a su futuro. Lo que va a ser más difícil de explicar a los votantes, a los españoles formados en España, con dinero español en la mayoría de los casos, migrados fuera del país para buscar un futuro que aquí no se ofrece, por qué a unos sí y a otros no. Si se está hurtando un derecho fundamental, reconocido así en la Constitución Española, por táctica o por simple ineficacia, a mí personalmente me da lo mismo, pero llegados al nivel ministerial, joder, la ineficacia no es tolerable.
Y ahora pensemos un poco más en lo que he dicho antes de la no actividad política. De cara a la galería, esto podría suponer neutralidad, pero en la práctica real no lo es en absoluto. En los destinos de Defensa se habla, y mucho, de política, desde arriba hasta abajo. Ahora pensad si es lo mismo discutir con tu jefe de política en una tienda, en un restaurante o en un cuartel.
Yo tengo un jefe que vota a Vox. Él sabe perfectamente de lo que hablo en estas líneas; ni es el mismo tono ni es la misma broma. De hecho, el sábado estuvimos trabajando codo con codo y, sabiendo de qué palo vamos cada uno en ese mini cuartelillo que es un servicio de hostelería, estuvimos toda la jornada bromeando y currando. Sabemos perfectamente que esa distensión no se da en los cuarteles.
Por eso me resulta indecoroso y chocante este elevadísimo porcentaje de éxito en los militares destacados fuera de España que quieren ejercer su derecho al voto, en comparación con el resto de españoles migrados fuera.
Por eso, tristemente, no puedo evitar compararlos con los ancianitos de las residencias llevados en fila india a ejercer su derecho al voto por los amigables apoderados del PP, esos que tienen catering durante la jornada electoral y están organizados con disciplina castrense, como sabemos todos los que hemos sido alguna vez apoderados. Aunque quizás ahora los apoderados sean de Vox. Viva España.
Por eso pienso que la ineficacia a nivel ministerial no solo es inadmisible, sino que es mentira.
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