El Miércoles Santo en La Línea se ha acortado en demasía por culpa del agua. Solo dos de las tres hermandades que realizan su estación de penitencia llegaron a pisar la calle de manera breve. El Huerto y el Amor solo recorrieron su barrio. El Abandono y el Mayor Dolor no salieron ante la amenaza de lluvia. El Medinaceli regresó a su templo nada más salir del mismo.
Los primeros pasos en salir lo hicieron en la parroquia de San José, en la barriada de Periáñez, donde la Oración en el Huerto y María del Amor y del Rosario llegaron a salir del templo, pero apenas recorrieron el entorno del mismo, si salir del barrio por temor al agua.
El barrio del Junquillo no pudo ver este año al Cristo del Abandono y la Virgen del Mayor Dolor. La sobrecogedora imagen de Jesús en la cruz mirando al cielo y la pena reflejada en la imagen de la Dolorosa se quedaron este año en su parroquia del Sagrado Corazón por temor a la lluvia de cara a su larga estación de penitencia.
La jornada del Miércoles Santo linense se cerró con el mismo tono de la jornada, ya que el desfile procesional del Medinaceli y María Santísima de la Trinidad se limitó a la salida del Cristo desde la parroquia de Santiago Apóstol.
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