Pocos minutos sobrepasaban de las seis de la tarde cuando las puertas de la iglesia de San Antonio se abrieron para la salida de una Cofradía. La Hermandad de Columna, que este año ha puesto en la calle a más de dos centenares de penitentes, sirvió además para ver por primera vez (y única) este año en Cádiz a la banda de cornetas y tambores del Rosario, con numerosos contratos en Sevilla.
En este sentido, en el paso de misterio de la cofradía llamó la atención, como no podía ser de otra forma, la presencia de la talla de San Pedro, que procesionó por primera vez un Martes Santo tras ser estrenado ya en el viacrucis diocesano de verano.
En cuanto a la Virgen de las Lágrimas, que lucía una saya especial para la ocasión y la orfebrería del techo de palio, estuvo acompañada durante todo el recorrido por la Asociación Filarmónica Ciudad de Conil, que ya ha tocado este año en la capital gaditana.
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