Griñán contestaba así a la exigencia del portavoz de IU, Diego Valderas, de que aumentara los impuestos “a los más poderosos” tras acusarle de haberles rebajado 20.000 millones de euros en los últimos seis años y de “echar balones fuera” al no aplicar una política fiscal progresista y de redistribución social.
El presidente andaluz le recalcó en varias ocasiones a Valderas que la capacidad normativa en política fiscal y tributaria de la Junta apenas representaban un 10,2% de los ingresos no financieros, y el margen de incidencia sobre los impuestos que sí influirían en la economía y en la redistribución social, como el IRPF, IVA o los especiales, es muy escasa.
“Hemos construido un estado descentralizado en lo político y bastante menos en lo financiero”, se justificaba Griñán, aunque se defendía apuntando que con la capacidad en impuestos patrimoniales, actos jurídicos documentados, y sucesiones y donaciones se ha favorecido el acceso a la vivienda o la incorporación de la mujer al trabajo.
No obstante, el presidente andaluz no quiso eludir el debate tributario con la oposición y garantizó que, una vez entre en vigor el nuevo sistema de financiación autonómica, que otorga a las comunidades autónomas la capacidad normativa sobre el 50% de la tributación del IRPF, abordará en el Parlamento la nueva política fiscal a aplicar.
“Ése será el momento en que vendremos a la Cámara y hablaremos entre todos sobre cómo se hace el tramo autonómico del IRPF, cuántos tramos tendrá, cómo ha de ser y qué desgravaciones se acuerdan”, apuntaba Griñán pero dejando claro que se hablará “de ingresos y gastos” porque, según el presidente andaluz “no hablaremos de ingresos sin saber las responsabilidades que tenemos” para hacer frente a la mejora de la educación, la sanidad o los servicios sociales.
Frente a la postura de subida de impuestos de IU, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, instaba a Griñán a lo contrario: bajar los impuestos pero sin tocar las políticas sociales, al tiempo que criticaba la contradicción del Ejecutivo andaluz de reiterar que no se tocará la presión tributaria de la comunidad y sí estar de acuerdo con la subida anunciada a nivel estatal por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
No tiene rentabilidad
Al respecto, Griñán afirmó que apoya “incondicionalmente” la subida de impuestos anunciada por el Gobierno central porque supondrán 7.800 millones que se destinarán a las prestaciones sociales para los desempleados andaluces, mientras justificó mantener los tributos andaluces porque una subida en la comunidad “no tiene rentabilidad económica ni financiera”.
Para Arenas, es necesario alcanzar un pacto para recortar el gasto corriente y aplicar políticas “en beneficio de los parados y los creadores de empleo”, criticando que tengan “pavor a las reformas” cuando son responsables, a lo largo de los últimos 30 años, de mantener los problemas estructurales de la economía andaluza y que no se solucionarán con una concertación sin reformas.
Griñán contraatacó afirmando que las políticas de concertación son las que llevaron en la pasada Legislatura a crear 600.000 empleos y 500.000 empresas; defendió el acuerdo con empresarios y sindicatos para salir de la crisis; y le pidió que deje la “cantinela” de la bajada de impuestos y las “reformas profundas” porque de las del PP sólo se conocen las de Galicia, como suprimir los libros gratis o las inversiones hospitalarias.
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